Panetta da por concluida oficialmente la guerra de Irak

BAGDAD (AP) — El secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, tras nueve años de campaña, 4.500 estadounidenses muertos, 32 heridos y más de 800.000 millones de dólares, dio por concluida este jueves oficialmente la guerra de Irak que, según mantuvo, mereció la pena en sangre y dinero por haber encaminado el país hacia la democracia.

Panetta descendió de un avión militar en Bagdad como el líder de la guerra de Estados Unidos en Irak, pero partirá como un mando más entre los funcionarios mundiales que esperan colaborar con el país mientras busca su lugar en la región y el mundo.

Más de 100.000 iraquíes murieron desde la invasión estadounidense en el 2003, según la página del internet Iraq Body Count. Los atentados dinamiteros y enfrentamientos a tiros se suceden regularmente. Y los especialistas temen que las fuerzas de seguridad iraquíes sean incapaces de defender el país ante las amenazas extranjeras.

Panetta dijo a principios de semana que la guerra «no ha sido en vano».

León Panetta

Panetta y varios otros diplomáticos, militares y funcionarios de defensa estadounidenses participaron hoy en una ceremonia simbólica durante la cual se arrió la bandera de la fuerza expedicionaria conjunta de Estados Unidos-Irak y se la retiró o «encajonó», según la tradición castrense del ejército estadounidense. Esa bandera fue enroscada en torno al mástil y cubierta con un camuflaje. Será transportada a Estados Unidos en esas condiciones.

«Partirán con enorme orgullo, un orgullo duradero», dijo Panetta a la tropa. «Tengan la seguridad de que su sacrificio ha ayudado al pueblo iraquí a iniciar un nuevo capítulo en su historia».

Durante una escala realizada esta semana en Afganistán, Panetta dijo que la misión expedicionaria tuvo como fin «hacer ese país soberano e independiente y capaz de gobernar y garantizar su seguridad».

Ello, agregó, es «un homenaje a todos: a todos los que combatieron en esa guerra, todos los que vertieron sangre en esa guerra, y todos que se dedicaron a asegurar que podríamos cumplir esa misión».

Los iraquíes formularon una valoración más pesimista. «Los estadounidenses dejan tras sí un país destruido», dijo Mariam Khazim, de Sadr City. «Los estadounidenses no dejaron escuelas modernas y grandes fábricas tras ellos. Al contrario, dejaron miles de viudas y huérfanos».

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