Recatistas suspenden operaciones en el Costa Concordia

ROMA (AP) — La primera víctima del desastre del Costa Concordia fue identificada este miércoles: Sandor Feher, un violinista húngaro de 38 años que trabajaba en el sector de espectáculos del crucero.

El cuerpo de Feher, hallado dentro del casco, fue identificado por su madre, que viajó a la ciudad italiana de Grosetto, informó la cancillería húngara.

El crucero Costa Concordia, de 450 millones de dólares, transportaba a más de 4.200 pasajeros y tripulantes cuando encalló en un arrecife frente al islote de Giglio después que el capitán realizó una maniobra no autorizada. Hasta el miércoles, las víctimas sumaban 11 muertos y 22 desaparecidos.

Rescatistas italianos suspendieron hoy las operaciones cuando el buque se desplazó ligeramente sobre las rocas frente a la costa toscana, lo que hizo temer por la seguridad de buzos y bomberos que buscaban a los desaparecidos.

Jozsef Balog, un pianista que trabajaba con Feher en el barco, dijo al diario Blikk que el violinista se había colocado el chaleco salvavidas y resolvió regresar a su camarote a buscar su instrumento. Fue visto por última vez cuando se dirigía al lugar donde debía abordar el bote salvavidas.

Según Balog, Feher ayudó a varios niños a colocarse los chalecos antes de regresar a su camarote.

Las autoridades italianas dieron a conocer previamente los nombres de 24 pasajeros y cuatro tripulantes desaparecidos, una lista que incluye a seis personas cuyos cadáveres fueron recuperados de la nave. Entre los desaparecidos había 13 alemanes, seis italianos, cuatro franceses, dos estadounidenses y una persona de Hungría, una de la India y una de Perú.

Instrumentos colocados en el barco detectaron los movimientos hoy por la mañana, aunque los bomberos que pasaron la noche recorriendo las aguas circundantes no vieron nada.

«Como medida de precaución, detuvimos las operaciones esta mañana para verificar los datos que obtuvimos con nuestros detectores», dijo el capitán de guardacostas Filippo Marini.

Avanzada la tarde, los rescatistas aun no tenían la seguridad de que el buque se hubiese terminado de asentar.

El premier Mario Monti hizo sus primeras declaraciones sobre el desastre al decir en una conferencia de prensa en Londres que «pudo y debió» haberse evitado.

Monti agradeció a los pobladores de Giglio, que son apenas 900 en invierno, por abrir sus puertas a los 4.200 refugiados que ganaron la orilla y a los que brindaron ropa, alimentos y refugio.

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