La presidenta de Brasil llega a Cuba en su primera visita oficial a la isla

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, llegó este lunes a Cuba en su primera visita oficial a la isla donde se reunirá con su homólogo, Raúl Castro, para analizar la relación bilateral, con especial acento en los temas económicos.

A bordo de un avión de las Fuerzas Armadas brasileñas, Rousseff aterrizó en el aeropuerto internacional José Martí de La Habana, donde fue recibida por el canciller cubano, Bruno Rodríguez, quien le obsequió un ramo de flores.

La presidenta brasileña no hizo declaraciones a su llegada a La Habana.

La agenda oficial de Rousseff comenzará mañana con el habitual homenaje al héroe nacional José Martí antes de reunirse con Raúl Castro, con quien repasará la relación bilateral, con el acento puesto en los temas económicos y comerciales.

Mañana también visitará la ampliación del puerto de Mariel, obra efectuada por una empresa brasileña con un presupuesto de 686 millones de dólares y que está financiada por Brasil en un 80 por ciento.

Es previsible que la participación brasileña en la industria azucarera cubana sea otro de los temas de la visita después de que el grupo Odebrecht anunciara hoy la firma de un contrato con la estatal Azcuba para la gestión productiva de una fábrica en Cienfuegos (centro).

Los intercambios comerciales entre Brasil y Cuba alcanzaron los 642 millones de dólares en 2011, un 31 por ciento más que en el año anterior.

La visita de Rousseff tiene como telón de fondo la situación de los derechos humanos en Cuba aunque, según fuentes brasileñas, no está previsto que la presidenta Dilma aborde ese tema durante su estancia en Cuba.

Hace unos días, Brasil concedió visado de turista a la bloguera cubana Yoani Sánchez, después de que esta enviara una carta para pedir a Rousseff que intercediera para obtener el permiso de salida y poder acudir en Brasil al estreno del documental «Conexión Cuba-Honduras», que relata las dificultades para ejercer la libertad de expresión en la isla.

El viaje de Sánchez a Brasil depende, por tanto, de que el Gobierno cubano le otorgue el permiso de salida del país, conocido en la isla como «tarjeta blanca».

Este lunes, disidentes cubanos afirmaron que no esperan nada relevante de la visita de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, en lo que respecta a la situación de los derechos humanos en la isla. EFE

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