Rousseff en Cuba: DDHH no deben ser arma ideológica

LA HABANA (AP) — La presidenta Dilma Rousseff se entrevistó el martes con su colega cubano Raúl Castro y advirtió que el tema de los derechos humanos no debe ser usado por algunas naciones como un arma política o ideológica contra otras.

«Yo concuerdo en hablar de derechos humanos dentro de una perspectiva multilateral», dijo Rousseff a periodistas de su país que le preguntaron sobre si tratará sobre el tema con las autoridades cubanas como se lo demandaron muchos críticos de la isla. La mandataria argumentó que no se vale «tirar piedras» cuando hay «techo de vidrio».

«No es posible hacer de la política de derechos humanos solo una arma de combate político-ideológico. El mundo tiene que convencerse de que es algo de que todos los países tienen que responsabilizarse, incluido el nuestro», agregó la gobernante sudamericana tras iniciar su agenda oficial colocando flores junto a la estatua del prócer José Martí.

Como ejemplo la presidente mencionó la irregular situación de la Base Naval de Guantánamo en el oriente cubano, convertida en prisión militar por Estados Unidos y que ha sido señalada como un centro de abusos contra prisioneros por grupos de derechos humanos de todo el mundo.

La propia oficina presidencial sudamericana indicó que el viaje a la isla buscaba sobre todo impulsar el intercambio comercial entre las dos naciones, que creció 31% el año pasado para ubicarse en una cifra récord de 642 millones de dólares.

En sus comentarios a periodistas Rousseff se mostró contraria a las sanciones estadounidenses contra Cuba y recordó que su país tiene créditos otorgados a Cuba para la compra en el sector alimentario por unos 400 millones de dólares.

Además, la mandataria comentó que se ejecutan créditos por 200 millones de dólares en la venta a la isla «de equipos, máquinas, pequeños tractores, recolectores, para estimular la producción de alimentos en Cuba».

Sin embargo el mayor negocio de Brasil en Cuba es la reconstrucción del puerto de Mariel, en las afueras de la capital cuyo valor total es de unos 900 millones de dólares, de los cuales más de 600 millones correrán a cargo del país sudamericano.

«No es solo un puerto, es un sistema logístico de exportación de bienes producidos aquí en Cuba», señaló Rousseff.

Se espera que la delegación brasileña recorra el Puerto de Mariel y que la mandataria vea al ex presidente Fidel Castro antes de partir el miércoles por la mañana a Haití.

Paralelamente, el lunes, la compañía brasileña Odebrecht anunció que firmará un contrato con las autoridades cubanas para invertir y administrar un ingenio azucarero en la provincia de Cienfuegos, al centro del país.

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El corresponsal en Brasilia, Marco Sibaja, contribuyó con este reporte.

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