Un tabú de la belleza en la pintura de Francien Krieg

 

«Retratar mujeres mayores es un modo de abrir un debate. ¿Qué sentimos al verlas? ¿Cómo las vemos? ¿Con desagrado? ¿Con simpatía?» Krieg aborda estas preocupaciones consciente, clara, de que ese es el destino de casi todos: la vejez. Sentir repulsión por sus imágenes es entonces sentir repulsión por el destino.

A Francien Krieg (Holanda, 1973) siempre le fascinó la carne. En la academia de arte hacía esculturas con órganos y materia cárnica. Pasó a retratar su cuerpo «que percibía artísticamente como un objeto extraño». Después llegaron las modelos: mujeres gordas, excesivamente delgadas, albinas… Ahora les llega el turno a las ancianas, publicó 20 minutos.

Captan la atención de la artista, que confiesa sentirse «intrigada» ante ellas. Posan despreocupadas, naturales, a veces en actitud sensual, sin dejarse cohibir por la aplastante dictadura de la juventud. «Los medios nos presentan imágenes de mujeres de belleza irreal. Nos rodean a diario y nos lavan el cerebro», dice la artista.

Las mujeres de los lienzos, conocidas y voluntarias, asombran a Krieg: «Mi última modelo es una anciana de gran personalidad que todavía es sexualmente activa. Me abrió los ojos, porque me di cuenta del tabú que suponía para mucha gente pensar que los mayores tienen relaciones sexuales».

«El arte no debe ser fácil ni exclusivamente placentero».

Las retrata en la cama, en la bañera, en escenarios privados iluminados por una luz blanca. Algunos espectadores se incomodan ante ellas, tranquilas en la soledad de una habitación, dejándose llevar: «se sienten mirones ante esa intimidad. Esa reacción es buena. El arte no debe ser fácil ni exclusivamente placentero».

Además, la artista es consciente de la impopularidad del tema que ha escogido. Piensa que la negación del envejecimiento «está basada en nuestro miedo a morir» y confía en que sus obras abran paso a la aceptación de todo ser humano hacia un destino natural e inevitable.

Arrugas, manchas, venas… En los óleos sobre lienzo la artista se esmera en crear capas nítidas de detalles sobre la piel de las ancianas. En las líneas de expresión Krieg dice encontrar el rastro de los gestos diarios que durante años predominaron en las caras y dibujaron el carácter de cada mujer.

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