El FAAL tendrá su clausura hoy

El Festival de Artes al Aire Libre (FAAL) cierra su onceava edición con un concierto de la Filarmónica de Guayaquil a las 20:00, entre el Yacht Club y el Club Naval, luego de 10 días de arte con concursos de escultura, música, narración oral, teatro, danza, artes alternativas, etc. Hasta ayer se observaba a los 200 pintores participantes alrededor del Hemiciclo de La Rotonda.

Sobre un caballete. O sentados en el piso, y en pequeños bancos. Sin zapatos, con jeans o pantalones cortos, con camisetas identificándolos además como concursantes del FAAL, en su mayoría jóvenes, participaron del concurso de pintura de esta feria del arte. Los visitantes del Malecón 2000 se detenían. Miraban a los artistas, preguntaban qué hacían, cómo hacían los cuadros, qué estaban preparando, publicó diario El Comercio.

Los pintores y los participantes de la categoría artes alternativas estuvieron ubicados en el Hemiciclo de La Rotonda. Escultura, música y cortometraje, en la Plaza Colón. Narración oral y teatro en las ágoras 1 y 2 del Malecón 2000. Otras actividades se hicieron en la plaza Rodolfo Baquerizo y el Palacio de Cristal.

Canastas de manzanas, caballos, representaciones religiosas, hasta cuadros más abstractos, fueron parte de esta muestra, mostrando en su mayoría pintura tradicional, algunas artesanías y pocos ejemplos de obras más de avanzada.

Diego Franco, por ejemplo, parado junto a su caballete, representaba un muro de ladrillos, que detrás mostraba una ventana.

Los artistas no tradicionales compartían el espacio con los pintores, aunque solo participaron en esta categoría siete artistas. Ricardo Bohórquez, por ejemplo, propuso una visión crítica sobre el espacio verde en Guayaquil. Con un espacio de césped, de 7 m², reflexiona sobre lo que son las áreas naturales en la ciudad.

Christian Proaño, quiteño, participaba por primera vez en un FAAL. El artista también propuso un ejercicio donde el espacio público, especialmente el Malecón 2000, era discutido y escuchado, literalmente. Proaño grababa sonidos del sitio. Luego preguntaba a los transeúntes qué pensaban del lugar, qué veían en este.

El resultado es un ejemplo de lo que los ciudadanos asumían y recordaban sobre este espacio público, el más grande de la ciudad. “Yo creo que este espacio es particular. La percepción de la gente es que este sitio es un cambio pero lo ven como privado. Lo notan”.

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