Raúl Di Blasio se presenta en el Teatro Sánchez Aguilar

Guyaquil.- La actuación del pianista argentino, Raúl Di Blasio, el 27 y el 28 de julio, será el broche de oro del mes dedicado al piano en el Teatro Sanchez Aguilar de Samborondón.

Di Blasio dio una rueda de prensa en el Hotel Hilton Colón, y se mostró como un hombre galante, jovial y simpático, con quien es imposible no echarse a reír a menudo. Muy sencillo, auténtico, tocó temas profundos, y compartió sus anécdotas y recuerdos.

El artista es oriundo de la localidad de Zapala, en la provincia de Neuquén, Argentina. A los ocho años se interesó por tocar el piano,  y sus padres lo apoyaron a pesar de que en su pueblo no era fácil conseguir un piano, y menos una profesora de piano.

«Que yo toque el piano es casualidad», dice Di Blasio, «porque pudo ser la guitarra u otro instrumento, pero que lo toque bien es por causalidad, porque yo he trabajado todo la vida en eso».

Cuenta que en esos tiempos lo normal era que fueran las niñas las que estudiaran música, mientras que los niños jugaban a la pelota, por eso lo molestaban, y cuando lo veían pasar decían:  «Ahí va Di Blasio con sus libritos de piano».

«Ahora», recuerda, «cuando yo voy a visitar a mis amigos que siguen jugando fútbol, y nos comemos juntos un asado, yo soy el que cuenta las historias, y ellos son los que viajan con mis relatos».

Dice que su mamá lo impulsó a tocar piano. Y cuenta un chiste: «¿Saben ustedes que es un niño prodigio? Un niño normal que tiene una mamá argentina.»

Aunque fue formado en la música clásica, le gusta mucho tocar música popular. A los 20 años se trasladó a vivir a Buenos Aires y empezó a tocar el piano doce horas al día.

Más tarde viviría en Chile. Actualmente pasa la mayor parte del tiempo en México, porque allí está su hijo de siete años. Dice que cuando le preguntan si le gusta México contesta que no sabe, pero que lo ama.

Durante su carrera ha ganado 20 discos de platino, 30 de Oro, 3 de Doble Platino, y ha vendido más de 25 millones de discos.

De no haber sido pianista, le hubiera gustado ser director de orquesta.

El músico que más admira es Chopin. De los músicos modernos admira a Manzanero, a Juan Gabriel y a Paco de Lucía. Dice que para el próximo año tiene preparadas un disco con grandes sorpresas.

Una de sus grandes preocupaciones es que los gobiernos apoyen más a la educación musical en los niños, como ocurre en Japón o en China, porque de cien niños puede salir un gran artista. El en México se encuentra trabajando con la Secretaría de Educación para dar recitales de piano y tertulias a los niños.

Ofreció generosamente hacerlo aquí en Guayaquil, en el Teatro Sánchez Aguilar, porque asegura que son los niños y los jóvenes los que tienen la mayor sensibilidad para apreciar la música.

Dice que no puede decir que va a tocar en sus presentaciones, porque él mismo no lo sabe, que es como cuando invitas a cenar a alguien a tu casa, que quieres seducirle, enamorarle, y vas a prepararle con amor el mejor plato.

mrjc/

Sitio web imagen: Teatro Sánchez Aguilar

 

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