«Frankenstein» en el Teatro Sánchez Aguilar

Guayaquil.- La productora Daemon y el Teatro Sánchez Aguilar, en colaboración con la Universidad Casa Grande, presentan la obra «Frankenstein», una adaptación de la comedia «El joven Frankestein» de 1974, dirigida por Mel Brooks y protagonizada por Gene Wilder.

El Dr. Frederick Frankenstein, es un respetado médico conferenciante en una universidad estadounidense, que recibe en herencia el castillo de su bisabuelo, el legendario Doctor Frankenstein. El joven Frankenstein, sin embargo, rechaza a su pariente, por lo que se hace llamar Fronkenstín. Sin embargo, decide reclamar su castillo y viaja a Transilvania, donde conoce a quienes serán sus inseparables asistentes: Igor e Inga, y a la ama de llaves, FrauBlucher, quien impulsará al joven doctor para que, al igual que su bisabuelo, pueda crear vida de un cuerpo inerte. Lamentablemente, el cuerpo inerte era el de un criminal… y el único cerebro del que disponía el doctor era uno anormal.

La criatura cobra vida y siembra terror, caos, risas y lástima en los habitantes del  pueblo.

Tamaríz dice que han querido reiventar el clásico de Frankenstein, retomando partes de  la película de 1910 basada en la novela «Frankenstein o el moderno Prometeo» de Mary Shelley, así como de la película de terror «Frankenstein», de 1931, producida por Universal Pictures y protagonizada por Boris Karloff, para formar lo que describe como «un monstruo de retazos».

Asegura que en los tres meses de producción, ha recibido muchas satisfacciones al ver la acogida de la gente, siente que en todas partes las personas quieren apoyar el teatro y participar de la puesta en escena.

Está especialmente contento con los estudiante de la Universidad Casa Grande, quienes participan en la obra y han aprendido a realizar su propio maquillaje en blancos y negros,  con Lorena Gilbert, maquilladora profesional de teatro, y quienes han participado en un entrenamiento de cuerpo y energía con Itzel Cuevas, basado en la Biomecánica de Meyerhold.

Meyerhold  consideraba que el trabajo del actor era crear formas plásticas en el espacio, por lo que éste debía estudiar y conocer a la perfección la mecánica de su cuerpo, pues la interpretación del actor no era otra cosa que una manifestación de la fuerza del cuerpo humano. Su entrenamiento está basado en la teoría de los reflejos condicionados de Pavlov.

Como la obra es en blanco y negro, incluidos los actores, que estarán vestidos en blanco y negro, decidieron valerse del expresionismo alemán, puesto que desde un punto de vista escénico, el expresionismo se caracteriza por la distorsión, la exageración y el uso sugerente de luces y sombras, y se utilizan el decorado y la vestimenta como factores dramáticos.

Están muy orgullosos del decorado que cuenta con un gran castillo de tres pisos.

La dirección general y de arte está a cargo de Jaime Tamaríz, la dramaturgia de Denise Nader, la producción ejecutiva de Camila Arosemena, el sonido y la musicalización de Juan José Ripalda.

El elenco está conformado por José Burgos, en el papel de Dr. Frederick Frankenstein, por Alberto Paolo Rivera, como «la Creatura», por Alejandro Fajardo, en el papel de Igor, Ana Morgade como Inga, Paula Galimberti como Elizabeth, Marina Salvarezza como Frau Blucher, David Reinoso como el Inspector Kampf, y Juan Fernando Campo como estudiante y líder comunal.

La obra también cuenta con baile y canto.

Jaime Tamaríz afirma que las chicas dijeron que querían cantar, y que él les dijo: «!canten!»

«Frankestein» estará en escena los días 8, 9, 10 y 11 de noviembre en la Sala Principal del Teatro Sánchez Aguilar de Samborondón.

mrjc/fotos Larepublica.ec

 

 

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