Rumanía logra su primer Oso de Oro con una trama freudiana

Berlín, 16 feb (EFE).- Rumanía ganó hoy su primer Oso de Oro con un filme sobre «una especie de relación patológica entre madre e hijo», donde el contexto rumano es sólo «el telón de fondo», según dijo su director, Calin Peter Netzer.

«Claro que nos referimos a la realidad en Rumanía y a cómo es la situación actual en Rumanía, pero la corrupción no sólo se da en Rumanía, puede ocurrir en cualquier otro lugar», señaló el cineasta, que insistió en que la trama de la película es de lo más freudiana, pues aborda el complejo de Edipo.

En una rueda de prensa posterior a la entrega de premios, el director de «Pozitia Copilului» (Child’s Pose) aseguró que está todavía «en estado de shock» y dijo no haber despertado todavía del todo, aunque subrayó que este Oso de Oro es un premio «muy importante», tanto para él como para el cine rumano en general.

En la gala de entrega de los galardones, la productora del filme, Ada Solomon, señaló por su parte que «los políticos deberían ser más conscientes del papel que representa el cine rumano como embajador» de su país.

El filme, centrado en una mujer de clase alta acostumbrada a mandar, que toma las riendas de todo cuando su hijo mata en un accidente de coche a un niño de familia humilde, sin escrúpulos y sin reparar en gastos, se llevó asimismo el premio de la Federación Internacional de Críticos de Cine (FIPRESCI).

Otro triunfador por partida doble fue el bosnio Danis Tanovic, cuyo «Epizoda u zivotuberaca zeljeza» («An Episode in the Life of an Iron Picker»), ganó el Oso de Plata al Premio Especial del Jurado y el Oso de Plata al mejor actor, para Nazif Mujic.

El desgarrador filme de Tanovic está interpretado por personajes reales y se centra en una gitana embarazada que lleva un feto muerto en su interior y a la que el hospital no quiere atender por no estar asegurada, para desesperación de su esposo, el propio Mujic.

«Los propios roma (romaníes) no son conscientes de sus derechos. Si lo fueran, podrían trabajar y luchar por sus vidas y la situación sería muy diferente», aseguró el protagonista del filme.

Según el actor, «no fue fácil hacer este papel», en definitiva «una especie de cameo» tanto de él mismo como de su mujer, pues la historia que vivieron en la vida real «ya había atraído mucho la atención» y no querían volver a pasar por lo mismo.

Lo pensaron mucho, aseguró, y finalmente decidieron aceptar, porque sabían que el filme «no sería una versión distorsionada de la televisión».

Asimismo, Mujic quiso lanzar un «mensaje a las instituciones» a «no hacer diferencias según la nacionalidad, la religión o el color de la piel» y subrayó que «cuando alguien busca ayuda con urgencia, todos hablamos la misma lengua y habría que ayudar a esa gente».

«Este pequeño oso se lo llevo a mi familia, a mi mujer y a mis hijas. Mi familia ganó el premio», agregó.

El Oso de Plata al mejor director recayó en David Gordon Green, por la comedia «Prince Avalanche», quien aseguró que «lograr un galardón como este es un signo de reconocimiento» a su trabajo.

Además, la Berlinale dio el acostumbrado premio con sabor político al iraní Jafar Panahí con la Plata al mejor guión para «Pardé», un filme rodado burlando la inhabilitación profesional de Teherán.

«Todo artista sabe cuál es su tarea», aseguró el codirector del filme, Kamboziya Partovi, al tiempo que se mostró convencido de que «el cine iraní ya ha encontrado su lugar a nivel internacional». EFE

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