Critican el arte contemporáneo en Bienal de Venecia

Venecia, 22 jun (EFE).- El escritor chileno Santiago Elordi critica la opulencia de los pabellones nacionales de la Bienal de Venecia de Arte mediante una «exposición callejera» en la Ciudad de los Canales que acerca el arte al público para liberarlo «del monopolio de los grandes mecenas que realizan obras para expertos».

El grupo de Elordi (Santiago de Chile, 1960) actúa bajo el nombre de Servicios Visuales Públicos (SVP) pero a sus integrantes de todas las nacionalidades, con frecuencia, se les conoce como «los utopistas concretos», «los retrógrados futuristas» o «los alegres sepultureros del arte contemporáneo».

Y es que ese es su verdadero objetivo, el fin por el cual han llegado a realizar discursos en las calles de Nueva York «sobre una caja de manzanas» o a teñir el río Mapuche de Chile, «enterrar el arte contemporáneo», aunque Elordi reconoce con humor que hablar al mundo, en ocasiones, «es predicar en el desierto».

Su última actuación ha tenido lugar en plena Bienal de Arte de Venecia en la que países de todo el mundo exponen sus «millonarios pabellones» cuando, en realidad, «el arte no debería costar dinero» y mucho menos, según el escritor, «ir acompañado de libretos explicativos de las obras».

Allí, en el corazón de la «Ciudad de los Canales» los miembros de SVP han convertido la céntrica y comercial Via Garibaldi en un canto al arte ciudadano, en un conato de liberación de un arte, según ellos, «secuestrado».

La representación que han instalado en esta comercial calle veneciana consiste en una crítica irónica y casi humorística de lo que se lleva a cabo en el contexto de esta 55ª Bienal de arte de Venecia, que engloba obras, según el chileno, que «no son interesantes sino que están dirigidas a un grupo de especialistas que equivocaron el camino».

Ahora, los escaparates de esta calle de Venecia, de comercios modestos y humildes, muestran mensajes irónicos que aluden a la posibilidad de que el arte pueda estar en cualquier lado, en el interior de las personas, como la que reza en una vitrina de un humilde negocio que «Hay artistas que no saben que son artistas».

Porque esta es la frase que resume todo el movimiento, la que asegura que el arte está en el interior de los seres humanos, no en enormes y costosísimas exposiciones imposibles de comprender.

«Lo importante es que la gente hora pasa y se queda mirando los escaparates y que hemos logrado suscitar un gran interés entre los visitantes, gastando solo dos pesos y sin la necesidad de despilfarrar millones de dólares», se felicitó Elordi.

Y los propietarios de estos negocios parecen sentirse encantados con la iniciativa, como Emanuella Novello, propietaria de una pequeña tienda de regalos de la vía tomada, artísticamente hablando, por SVP y que afirma que nunca imaginó que «podría ser vista como una artista dentro de su negocio».

Estos «felices sepultureros del arte contemporáneo» han plantado, según Elordi, un germen en Venecia y mantienen que no cejarán en el empeño de extender esta reivindicación en todo el mundo «porque el arte, es de las personas».

El intelectual chileno recordó a Efe con nostalgia que sus reivindicaciones vienen de lejos y sientan sus orígenes en el periódico Noreste, una publicación que alcanzó los 500.000 ejemplares, «cuajada de noticias inventadas» y que pretendía servir de relevo generacional durante el Régimen Militar (1973-1990) de Augusto Pinochet, en la década de los 70 y de los 80.

Por último, el líder y escritor vaticinó para Efe que el arte contemporáneo, tendrá «una vida muy corta y un legado aún menor», y aseguró que vencerá a este enemigo «con la ayuda de la alegría y del sentido del humor». EFE

gsm/cps/mcm

Foto: VENECIA (ITALIA), 22/06/2013.- Fotografía facilitada por el escritor y poeta chileno Santiago Elordi (en la imagen), quien posa junto a uno de los escaparates de Venecia, en la Vía Garibaldi, que ha transformado en cuadros.

Más relacionadas