La luz y el «placer estival» de Joaquín Sorolla iluminan México

México, 23 jul (EFE).- La exposición «Prodigios de la luz. Sorolla y sus contemporáneos» recoge en la capital mexicana la «preocupación estética y plástica» por la luz y la novedosa representación del «placer estival» del pintor español Joaquín Sorolla, explicó hoy el curador de la muestra.

Más de 50 obras de Sorolla (1863-1923) y de contemporáneos como Santiago Rusiñol y Gonzalo Bilbao conforman la exposición, que estará abierta al público en el Museo Nacional de San Carlos hasta el 30 de septiembre de 2013, año en que se conmemora el 150 aniversario del nacimiento del pintor valenciano y el 90 de su muerte.

La obra de Sorolla destaca por la inclusión de temas «novedosos» como las playas y las marinas como muestra de «un cambio en el estilo de vida occidental» a través de la representación del «placer estival», del gusto por el mar y la playa «como un lugar de esparcimiento y de goce», dijo a Efe el curador, Marco Silva Barón.

A esta temática que supuso una «preocupación de vida» por el amor del artista a su Valencia y que «no se había explorado» antes así, el museo le dedica la sala principal, donde se pueden admirar obras como «Pescadoras valencianas» (1904) y «Niña» (1910).

Sin embargo, apuntó, el elemento más destacable en la pintura de Sorolla es la luz, que supuso la «preocupación estética y plástica» del artista y el tema donde «pone más énfasis» y en el que «realiza sus mejores investigaciones».

De hecho, y si bien en el panorama internacional se le clasifica dentro del «impresionismo español» o «postimpresionismo», tanto la literatura española como el mismo promotor lo engloban dentro del «luminismo», aunque Silva admite que «en realidad todo estos ‘ismos’ no dejan de ser categorías artificiales».

Dentro de esa corriente también están las obras del resto de artistas expuestos, «soslayados» por la «talla» de Sorolla y entre los que destacan Francisco Pons Arnau y su «Hombre con guitarra» (1915), Ignacio Zuloaga con «Toros en Sepúlveda» (1915) y Bartolomé Mongrell, autor de «Un concertista» (sin fecha).

Otra de las pinturas que resaltan es «Tejiendo las redes» o «Remendando las redes» (1901), una obra de Sorolla «muy viajera» que recorrió Francia, Gran Bretaña, EE.UU. y también México con motivo del centenario de la independencia mexicana.

Desde su inauguración en marzo, más de 30.000 personas han visitado esta exposición sobre representantes de la pintura española de finales del siglo XIX y principios del XX, lo que llevó a los organizadores a ampliarla.

Silva describió a Sorolla como una figura internacional que «sorprendió a los españoles porque se convirtió en el artista más famoso del mundo», si bien fue criticado por la generación literaria del 98 por considerar su obra «frívola, intrascendente».

Sin embargo, adquirió fama mundial y su obra fue muy apreciada en EE.UU., donde las ciudades de Dallas (Texas) y San Diego (California) acogerán pinturas suyas en diciembre y mayo próximos, respectivamente, antes de llegar en septiembre a Madrid, donde falleció el artista huérfano.

Las claves de este éxito se encuentran en la «frescura» y «humanidad» de su obra tanto como en «la pincelada, la proeza técnica, el énfasis por el colorido», explicó Silva.

«Hay grandes pintores en cada momento», pero «en el paso del siglo XIX al XX, Sorolla es uno de los grandes protagonistas de la pintura universal», aseveró. EFE

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Foto EFE

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