¿Patán o genio? Debate sobre el mes de arte de Banksy en New York

Nueva York (AP) — El reservado artista de calle británico Banksy terminó su anunciado mes de residencia en Nueva York con un último graffiti, una pintura de 615.000 dólares donada a caridad y un debate: ¿es un patán o un genio?

Banksy, quien creó una nueva pintura, video o burla cada día de octubre en algún lugar de la ciudad, pasó su último día como miles de artistas del graffiti que le antecedieron: etiquetó un edificio cerca de una autopista con su nombre en grandes letras infladas. El giro fue que las letras fueron de hecho globos inflados pegados a una pared cerca de la autopista de Long Island en Queens.

Como para subrayar su identidad dual como un punk de la calle y como un querido por el mundo de las artes, también donó una pintura que se subastó el jueves por la noche por 615.000 dólares. El cuadro original se había vendido inicialmente por 50 dólares en una tienda de artículos de segunda mano en Manhattan a beneficio de Housing Works, una organización que lucha contra la falta de hogar y el sida. Banksy le agregó un soldado nazi a la escena de un paisaje que Housing Works vendió en su remate en línea.

A lo largo de su estancia de 31 días, Banksy publicó fotos de su trabajo en BanksyNY.com, con pistas de dónde se encontraba, pero nada preciso. Eso llevó a una cacería por parte de los fans, que daban con las obras y compartían las locaciones en las redes sociales, para que otros acudieran en masa a verlas.

Pero para el momento en que Banksy terminó, dejó a los neoyorquinos con opiniones encontradas. Algunos tuitearon «¡Ándate a tu casa, Banksy!». Otros declararon su admiración.

El punto de inflexión fue para muchos un ensayo que el artista escribió criticando el edificio que reemplaza a las Torres Gemelas. Banksy llamó el nuevo diseño «aburrido… algo que pudieron haber construido en Canadá», y agregó: «Proclama tan claramente que los terroristas ganaron». Le ofreció el ensayo al New York Times. El periódico lo rechazó, y entonces Bansky lo publicó en su cibersitio.

El comentario de que «los terroristas ganaron» molestó a muchos neoyorquinos, incluyendo a Brian Major, de 51 años, de Brooklyn. «¡Suficiente!», dijo Major. «¿Quién es este tipo? Todo el mundo tiene derecho a una opinión pero qué le da a él credibilidad en Nueva York? ¡Cállate, Banksy! ¡Ándate a tu casa!».

Como un neoyorquino, Major dice que entiende la cultura del graffiti, y también aprecia las bellas artes. Pero no cree que el arte de Banksy sea bueno. «Aunque le daré algo de crédito, es un buen vendedor», dijo.

Pero Sean Lynch, de 25 años, de Staten Island, cree que Banksy es «uno de los artistas más cautivadores de nuestra generación». Lynch dijo que fue mágico visitor los lugares alrededor de la ciudad donde Banksy trabajó y escuchar las conversaciones sobre arte que sus obras inspiraron, con «gente de distintas clases y culturas compartiendo opiniones, compartiendo historias… Las paredes comenzaron a hablarles, de algún modo».

Banksy, quien se niega a reveler su identidad, comenzó su carrera pintando con spray edificios en Bristol, Inglaterra. En Nueva York, muchas de sus imagines fueron siluetas de figuras o mensajes rociados con pintura en aerosol. El arte fue desde una plantilla de un perro levantando una pata junto a una toma de agua hasta un video de un «camión de entrega de un matadero» lleno de animales de peluche. Algunas obras fueron pintarrajeadas por otros artistas del graffiti. Pero el interés creció con cada pieza, y por lo menos una obra de calle de Banksy fue cubierta con Plexiglas para preservarla. También vendió algunas obras, sin hacer publicidad, por 60 dólares en la calle.

Radhika Subramaniam, quien enseña en la Nueva Escuela de Diseño Parsons en Manhattan, dice que Banksy es parte de una larga tradición de artistas del graffiti como Keith Haring y Jean-Michel Basquiat cuyos trabajos por último ganaron el reconocimiento del sistema de las artes. Pero también encaja en una tendencia contemporánea de abrir espacios públicos para conversaciones sobre quién es su dueño y qué puede pasar ahí — especialmente en la limpiada Nueva York de hoy, donde el alcalde Michael Bloomberg, cuando se le preguntó sobre Banksy, llamó el graffiti «una señal de deterioro y pérdida de control».

OK, ¿pero es Banksy al menos bueno? «Hay mucho ingenio en lo que hace, pero sus cosas también tienen algo de ordinario, a veces placentero, a veces banal, a veces dulce», dijo Subramaniam. «No es un naíf en el mundo del arte. Después de todo, ¿a quién le importaría si tú o yo montamos un blog y promulgamos una residencia como esta? Es sólo porque él es capaz de dirigir este tipo de relaciones públicas y mercadeo que … catapulta su residencia a otro nivel y obtiene estos puntos de vista polarizados».

banksy nazi
«La banalidad de la banalidad del mal», el cuadro intervenido por Banksy

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