Vargas Llosa dice que ninguna de sus obras es pura fantasía

Guadalajara (México), 30 nov (EFE).- El escritor peruano Mario Vargas Llosa reconoció hoy que ninguna de las novelas, obras de teatro o relatos que ha escrito ha nacido «de la pura fantasía», y que siempre su imaginación va siempre de la mano de la memoria.

En la presentación de «El héroe discreto» que hoy hizo en la XXVII edición de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) junto al periodista Juan Cruz y a su amigo José Miguel Oviedo, admitió que por ello tienen algo de razón quienes le consideran un autor «realista».

Antes de que comenzara la conversación, de casi una hora, el presidente de la FIL, Raúl Padilla, presentó al escritor como «un consentido de la FIL, y un héroe discreto de todos nosotros conocido y admirado».

Padilla habló de la última novela, en la que el personaje principal, Felícito Yanaqué, se rebela contra una mafia de extorsionadores y les planta cara haciendo pública la extorsión a la que era sometido y ganándose a la vez el respeto de sus conciudadanos.

«Nuestros países latinoamericanos están llenos de estos pequeños titanes que sostienen el mundo con el andamiaje de sus ideas y comportamientos, mujeres y hombres solidarios que soportan la carga y penurias de la vida estoica pero inteligentemente», dijo Padilla.

Posteriormente, en el diálogo con Cruz y Oviedo, Vargas Llosa reconoció que, como en otras ocasiones, fue el conocer esa historia real ocurrida en la ciudad de Trujillo (Perú) y recreada en Piura lo que dio vida a la última novela.

A partir de ahí, el nobel de literatura de 2010 reflexionó sobre su propia relación el realismo.

«Aunque no creo mucho en esas clasificaciones de escritores realistas, fantásticos, regionalistas, creo que si hay una razón por la que se me podría llamar un escritor realista es porque creo que nunca, jamás, alguna historia ha nacido en mí de la pura imaginación, de la pura fantasía», apuntó.

Dijo que en alguna ocasión escuchó a un autor francés muy popular decir que sus historias «le nacían primero como formas» a partir de «cierta frase, un cierto ritmo, una cierta música».

«Eso no me ocurre a mí jamás», apuntó el autor de «La fiesta del chivo», «La casa verde» y «El sueño del celta», entre muchas otras historias.

El escritor admitió que para él «la imaginación necesita trabajar siempre sobre la memoria».

Los personajes de sus novelas nacen de algo que ocurrió, añadió, «alguna persona que conocí, algo que oí, algo que leí, algo que se convierte en un recuerdo, en una memoria que poco a poco, sin que yo lo advierta al principio muchas veces, genera como el embrión de una historia».

«Creo que todas las historias que he escrito, novelas, cuentos, obras de teatro, el punto de partida ha sido siempre algo que he vivido pero en un sentido muy amplio de la palabra», apuntó.

En el caso de «El hombre discreto» (2013) el protagonista es «un pequeño empresario de transportes de origen muy humilde que había publicado un avisito en un periódico dirigiéndose a la mafia local y advirtiéndole que no iba a pagar los cupos que le habían pedido».

La presentación de la novela precedió a la inauguración que el escritor peruano hará mañana del Salón Literario de la FIL, en un diálogo con el escritor israelí David Grossman, uno de los eventos más significativos de las ediciones de la Feria de Guadalajara de los últimos años. EFE

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