Culmina con éxito feria de arte Frieze, la más importante de N.Y.

Nueva York, (EFE).- Acaba de finalizar la última edición de la Feria Frieze, la feria de arte contemporáneo más importante de Nueva York.

Codeándose con nombres tan relevantes como el del estadounidense Paul McCarthy y la parisina Louise Bourgeois, con galerías tan señaladas como la neoyorquina Gagosian, el arte contemporáneo español y latinoamericano se abrieron paso sin complejos en esta feria.

Por un lado, después de que el año pasado la española Elba Benítez recibiera el único premio de la feria, el del stand más innovador y que hizo que hasta su jardinero se enterara de su éxito. Por otro lado, por la presencia de un comisario como Pablo León de la Barra en el jurado, además de su trabajo en el Guggenheim.

Y también porque entre los proyectos escultóricos del exterior de las carpas de Randall’s Island, donde se celebra por cuarta edición esta feria, el argentino Eduardo Basualdo ha creado un campo de fútbol con goles imposibles, acristalados.

Feria Frieze vasijas
«Creo que las dos ferias de marca internacional con más reconocimiento son Art Bassel y Frieze. Significa que tienes que cumplir una serie de requisitos para que te permitan participar, son muy exigentes a la hora de seleccionarte pero profesionalmente te dan mucho» dice, por experiencia, Elsa Benítez, que se la vuelve a jugar a un solo artista, el peruano, Armando Andrade Tudela, y su arte conceptual en escayola.

Su victoria del año pasado ha abierto veda para otras galerías españolas y latinas, aunque este año ese galardón, dotado con 15.000 dólares, haya ido a parar a la galería londinense Greengasi, consagrada a artistas japoneses analizando el cambio social en la sociedad nipona en los años 50 y 60.

Una de las galerías que debutan más señaladas por la organización es la mexicana Kurimanzutto, y  no es para menos: en su estand se pudo ver un «transformer» hecho en mármol de Carrara por Damián Ortega, o un gran gobelino al estilo flamenco pero con los recibos de varios gastos de su autor, el mexicano Gabriel Kuri, así como obras del colombiano Gabriel Sierra y un «autorretrato ciego» de Abraham Cruz Villegas, explica Anapaula Zamacona, que viajó a Nueva York para defender su galería.

El arte colombiano, según la galería Casas Riegner vive un momento en el que interesa «más que nunca» y, por ello, Miguel Ángel Rojas, Leyla Cárdenas y Johanna Calle ocuparon un stand que tocaba temas como el narcotráfico, el urbanismo y la violencia en las ciudades.

Frieze regadera

Y también hay artistas latinos que se cuelan en galerías estadounidenses, como los trabajos en cerámica de la venezolana Magdalena Suárez Frimkess.

Con sede en Madrid y Barcelona, la galería Nogueras Blanchard se la ha jugado a una sola carta: la obra «Jaula de Tiburones», del cubano nacionalizado español Wilfredo Prieto, y en la que se invierten los roles: «uno se mete dentro de la jaula para protegerse de lo que está fuera. Pero ahora visitantes, coleccionistas, galeristas y artistas son los que están fuera» explica el galerista, Álex Nogueras.

Esa jaula real, cambiada de contexto, compite con propuestas tan llamativas como la instalación «Al’s Grand Hotel», un pedazo de hotel con su recepción y dos habitaciones, una de las cuales ocupada por una gigantesca cruz de Cristo que se apoya en libros de Marcel Proust frente a una televisión antigua.

La galería catalana ProjectSD, dirigida por Silvia Dauder, apuesta por artistas como el mexicano Iñaki Bonillas,  o Raimond Cháves, medio español medio colombiano.

La presencia española se completó con la galería valenciana Espaivisor, o la galería berlinesa Dan Gunn, con obras del artista catalán Adrià Julià.

Roberto Preciado en la feria Frieze
Roberto Preciado en la feria Frieze

Para el art dealer ecuatoriano Roberto Preciado: «nuevos artistas se encuentran haciendo investigación sobre el bodegón y su importancia en el arte».

En cualquier caso, Frieze vuelve a traer a Nueva York a las galerías más punteras internacionalmente y las mezcla con proyectos culinarios, con las mejores propuestas de los restaurantes más «artie» de Nueva York, con instalaciones tan sugerentes como un programa de sonidos de artistas como Keren Cytter, Cally Spooner y Hanna Weinberger, y todo ello en una isla en el East River a la que solo se puede llegar o andando, en bicicleta o en ferri. EFE

msc/rcf/cav

Fotos cortesía Roberto Preciado.

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