Picasso y Giacometti baten récords en una subasta histórica en Nueva York

NYC05. NUEVA YORK (EE.UU.), 11/05/2015.- Detalle de "Les femmes d'Alger" de Pablo Picasso (d) hoy, lunes 11 de mayo de 2015, en la casa Christie's en Nueva York (EE.UU.). Esta obra se convirtió en la pintura más cara jamás subastada, en una puja en la que también se vendió la obra "L'homme au doigt" (el hombre que señala) de Alberto Giacometti (i), la escultura más cara jamás subastada que alcanzó los 141,28 millones de dólares. EFE/JASON SZENES

Nueva York, (EFE).- Una obra tardía de Pablo Picasso, vendida por 179,36 millones de dólares, y una pieza de Alberto Giacometti, por 141,28 millones, se convirtieron hoy en la pintura y en la escultura más caras jamás subastadas y protagonizaron, en una dulce noche para Christie’s, la subasta del año en Nueva York.

La casa de subastas londinense diseñó «Looking forward to the past» (así denominó la sesión de hoy) para pulverizar récords, y lo consiguió al ensalzar a la pintura «Les femmes d’Alger (Version ‘O’)», de Pablo Picasso, como la obra de arte con una mayor precio alcanzado en una noche de subastas.

Esta obra de madurez de Picasso confirmó la burbuja del arte al revalorizarse, después de ser subastada en 1997 por 32 millones, hasta superar el precio de «Tres estudios de Lucian Freud», de Francis Bacon, tríptico que se subastó en 2013 por 142,4 millones de dólares, que hasta ahora marcaban el récord en pintura.

Los aplausos al sonido del martillo redondearon una bonita puja entre varios compradores que empezó, entre suspiros, con un precio de partida de 100 millones de dólares y que, tras unos largos once minutos de tanteo, consiguió superar de lejos la marca de Bacon.

La mayoría de los asistentes corrió a la salida a ver y fotografiar el cuadro en su noche histórica.

La obra, realizada por el pintor español en 1955 y con unas dimensiones de 114 por 156,4 centímetros, es la culminación de una serie de 15 cuadros con los que revisó en clave cubista el cuadro del mismo título del artista francés Eugène Delacroix, que le llegó a obsesionar y en el que creía ver a la última de sus mujeres, Jacqueline Roque.

«Les femmes d’Alger (Version ‘O’)» también es, como el de Bacon, un diálogo entre dos artistas (Picasso y Delacroix) o incluso tres, puesto que es «una especie de respuesta a la muerte de Matisse, su amigo y rival», que sucedió en noviembre de 1954, explicó a Efe Ana María Celis, del departamento de arte contemporáneo de Christie’s.

Este cuadro, un homenaje a la última de las mujeres de Picasso, perteneció a la colección de Victor y Sally Ganz, que adquirió toda la serie, y ha formado parte de retrospectivas del pintor en el MoMA de Nueva York (en 1957 y 1980), en la National Gallery de Londres (en 1960) o en el Louvre de París (en 2008 y 2009).

Christie’s subastó, además, otras dos obras de Picasso, «Buste de femme (Femme à la résille)» por 67,36 millones de dólares, y «Femme assise (Dora Maar)», por 4,3 millones, con lo que el pintor malagueño vivió una noche de oro al reunir, con solo tres obras, 251 millones de dólares.

Fuera del circuito de ventas en subastas, el cuadro más caro jamás vendido es «Nafea Faa Ipoipo» (¿Cuándo te casarás?) de la fase tahitiana de Paul Gauguin, que se adquirió en venta privada a un coleccionista de Catar por unos 300 millones de dólares.

En escultura, el suizo Alberto Giacometti se superó a sí mismo y su «L’homme au doigt» (el hombre que señala), se convirtió en la escultura más cara jamás subastada al alcanzar los 141,28 millones de dólares y superar a «L’homme qui marche I», del mismo autor, que se vendió en 2010 por 104,3 millones de dólares en Londres.

Esta pieza, realizada en bronce por el escultor suizo en 1947 y de 177,5 centímetros de altura, forma parte de una serie de seis obras, de las cuales es la única pintada a mano por el artista.

«Esta escultura es la pregunta del existencialismo. Un hombre solo, señalando sin saber qué señala», consideró Celis, para quien Giacometti, con sus figuras espigadas, de superficie cavernosa y alta expresividad, no tiene rival en el mercado escultórico.

«Son pocos escultores los que tienen ese poder, no tiene paralelo», insistió.

La obra que ha marcado la plusmarca fue adquirida por el matrimonio formado por Fred y Florence Olsen en 1953 de manos de Pierre Matisse, y en 1970 fue comprada por un coleccionista privado, su dueño hasta hoy.

En total, «Looking forward to the past» aportó a las arcas de la casa Christie’s 705,85 millones de dólares con solo 34 obras subastadas, entre las que destacaron «Le Parlement, soleil couchant», de Claude Monet (40,48 millones), «No. 36 (Black Stripe)», de Mark Rothko (40,48), o el díptico «Silver Liz», de Andy Warhol (28,16).

Otras de las marcas más destacadas de la noche fueron los 25,92 millones de «Swamped», de Peter Doig, los 28,16 de «Le Boeuf», de Chaim Soutine, o los 24,80 de «Paris Polka», de Jean Dubuffet, que marcaron los récords en venta de cada uno de los artistas.

Christie’s no ha revelado todavía el origen de los compradores de las obras de hoy.

La noche de oro de hoy en Christie’s fue el mejor tributo a la fiebre las subastas en la primera noche de esta casa en esta primavera, una temporada para la que todavía se guarda cartuchos para la sesión de arte contemporáneo, el 13 de mayo, como un Freud valorado en 50 millones, un Rothko en 45 millones, un Bacon en 42 millones y un Warhol y un Basquiat en 35 cada uno.

Con eso, las joyas, el Impresionismo y el arte moderno y otras sesiones de diversas herencias de millonarios estadounidenses intentará facturar todavía más dinero que en 2014, cuando amasó la cifra récord de 7.700 millones de dólares. EFE

(I)

Más relacionadas