Lo mejor del arte contemporáneo se cita en la Frieze de Nueva York

NY01. NUEVA YORK (NY, EE.UU.), 16/05/2015.- Fotografía cedida hoy, sábado 16 de mayo de 2015, del espacio de la galería Mariam Goodman de Nueva York. Lo mejor entre las galerías y los artistas del mundo se reúne estos días en la feria de arte contemporáneo Frieze de Nueva York, que se consolida en su cuarta edición como una de las principales citas para marchantes, coleccionistas y aficionados. Bajo una enorme carpa blanca instalada en Randall's Island, en el East River, la prima hermana de Frieze Londres congrega a las 190 galerías más punteras de 33 países durante los días en que se celebra este evento, que cierra mañana. EFE/Marco Scozzaro/Frieze/SOLO USO EDITORIAL/NO VENTAS

Nueva York, (EFE).- Lo mejor entre las galerías y los artistas del mundo se reúne estos días en la feria de arte contemporáneo Frieze de Nueva York, que se consolida en su cuarta edición como una de las principales citas para marchantes, coleccionistas y aficionados.

Bajo una enorme carpa blanca instalada en Randall’s Island, en el East River, la prima hermana de Frieze Londres congrega a las 190 galerías más punteras de 33 países durante los días en que se celebra este evento, que cierra mañana.

Entre las propuestas más originales, 2,978 latas de cerveza dispuestas de forma circular por el argelino-francés Kader Attia, los árboles de la galería Mariam Goodman de Nueva York, o la combinación entre las divertidas paredes pintadas de Martin Creed y dos sugerentes fotografías de Roni Horn en la galería Hauser & Wirth, de Zurich.

«Es un autorretrato que se enfrenta a la identidad. ¿Es un hombre, es una mujer? ¿Es la misma fotografía o es una diferente?», pregunta a Efe Marc Payot, el vicepresidente de la galería suiza.

Frieze es, además, una de las pocas ferias que se centran en arte contemporáneo y en artistas vivos, algo que los galeristas consideran muy interesante para revalorizar sus productos, tal y como explica Jeff Burch, el director de la galería PACE de Nueva York.

«Venimos aquí porque es una de las pocas ferias que enseñan el arte joven, que se vende por 10.000 dólares, y a la vez artistas muy establecidos, que podrían vender sus piezas por 5 millones de dólares», apunta Burch.

PACE, junto con Acquavella, Blum & Poe, Skarsted o McKee, es una de las galerías que debutan en este evento ya que, según el galerista, los grandes nombres de la industria «tienden a esperar unos cuantos años hasta que la feria se establece internacionalmente».

Su enfoque contemporáneo se hace especialmente evidente en la sección de proyectos, como el de la galería española Travesía Cuatro y sus originales jarrones de flores diseñados en dos dimensiones por la mexicana Milena Muzquiz.

«A la gente le fascina haber traído una floristería, repartir flores… Como Milena, que es todo movimiento, cada una de sus obras va anunciando la siguiente y la ‘performance’ es eso, movimiento y continuidad y nunca puedes esperar volver atrás, siempre hacia delante», sostiene Silvia Ortiz, una de las propietarias de la galería.

El proyecto que más ha dado que hablar es «Wearing – Watching» («Vistiendo, observando») de la mexicana Pia Camil. Inspirada en las «pinturas habitables» del brasileño Helio Oiticica, ha diseñado 800 ponchos que los visitantes pueden arrastrar a lo largo de la feria y convertirse durante un tiempo en una obra de arte en sí mismos.

Sin embargo, la gran novedad que incluye la edición 2015 de la feria es la introducción de «Spotlight», una nueva sección para presentaciones en solitario de arte del siglo XX que, bajo la batuta del brasileño Adriano Pedrosa, imita una de las iniciativas más aplaudidas de su homónima en el otro lado del Atlántico.

«Con Spotlight -dedicado a artistas subestimados del siglo XX- uniéndose a Frieze Nueva York por primera vez, podemos verdaderamente ofrecer algo a coleccionistas a todos los niveles y para todos los intereses», considera Jo Stella-Sawicka, la directora artística para las ferias Frieze en Europa, Oriente Medio, Rusia y África.

Y, como en todo evento que se celebra en la Gran Manzana o alrededores, no podían faltar las celebridades.

Este año la cara más conocida que se ha paseado por las salas «VIP» ha sido, bajo el escudo de una poblada barba, gafas de sol y gorra, el actor Leonardo DiCaprio, cuya pasión por coleccionar arte contemporáneo es de sobra conocida tras recaudar 33 millones de dólares en una subasta para fines benéficos en Christie’s en mayo del año pasado.

«Una visita a Frieze Nueva York permite participar en nuestro programa de proyectos dinámicos, o las series de charlas y debates comisionados por Tom Eccles y Christy Lange, o comer con la espectacular vista al otro lado del East River en las ‘pop-ups’ de los mejores restaurantes de Nueva York», destaca Stella-Sawicka.

«Es una experiencia excepcional a cada nivel», concluye. EFE

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