Rodas anuncia que el CAC será un Museo de Arte Contemporáneo

Centro de Arte Contemporáneo de Quito. Foto de universes-in-universe.org

Quito.- Según lo expresó esta mañana el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, el Centro de Arte Contemporáneo (CAC) se convertirá en un Museo de de Arte Contemporáneo y no un hotel cinco estrellas, como el Ministerio de Vivienda le habría propuesto al municipio capitalino.

Se trata del edificio que funciona en el Antiguo Hospital Militar, en el barrio de San Juan del centro histórico quiteño. La semana pasada, en redes sociales, gran cantidad de personas manifestaron su rechazo a la posibilidad de que el CAC se convierta en un hotel.

Jaime Izurieta, el Director de Mecánica Urbana de la Secretaria de Desarrollo Productivo y Competitividad de la Alcaldía, conversó con La República.EC e indicó que el dominio del edificio corresponde al Ministerio de Defensa Nacional, sin embargo, lo entregó en comodato al Municipio de Quito para que promueva la cultura y, en virtud de eso, allí funciona el CAC desde hace poco más de un lustro.

El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, junto a su equipo: Pablo Corral, secretario de Cultura; María Fernanda Cartagena, directora de la Fundación Museos; Paulina León, coordinadora del CAC; y Jaime Izurieta, de Mecánica Urbana. Foto del Twitter del Alcalde.
El alcalde de Quito, Mauricio Rodas, junto a su equipo: Pablo Corral, secretario de Cultura; María Fernanda Cartagena, directora de la Fundación Museos; Paulina León, coordinadora del CAC; y Jaime Izurieta, de Mecánica Urbana. Foto del Twitter del Alcalde.

En ese sentido, Izurieta señaló que el Plan Metropolitano de Desarrollo contempla el fomento de aglomeraciones de industrias creativas, y en ese sentido el CAC y los museos de Quito son «espacios que le permiten a la gente interactuar, además, los museos rompen el límite de sus paredes y se empiezan a ir a la ciudad y la ciudad empieza a ir hacia los museos». Además Izurieta señaló que: «estos espacios culturales producen conocimiento, lo democratizan».

El alcalde Rodas ha manifestado que se destinará 1 millón de dólares para la creación del nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Quito, particularmente para comprar la colección pero el Municipio no que no descarta la posibilidad de financiarlo también con cooperación mixta, es decir pública y privada, según indicó María Fernanda Cartagena, directora de la Fundación Museos. El Museo funcionará en el ala norte del antiguo hospital militar.

Izurieta también manifestó que el CAC tiene las puertas abiertas para un sin número de colectivos que se reúnen en sus instalaciones y que son parte de la industria creativa de la ciudad, por tanto, preservar ese espacio es fundamental. «Es importantísimo para el crecimiento de las relaciones urbanas espacios como el CAC, que es, junto con la red de museos, un mecanismo que acerca el conocimiento a la ciudadanía», señaló el funcionario. También expresó que el CAC es fundamental para el barrio de San Juan, en el sentido de que el barrio se convirtió en un protagonista de los procesos del CAC.

«La dinámica que se ha generado entre el Centro de Arte Contemporáneo y la comunidad quiteña tiene que mantenerse», ha dicho Izurieta al negar enfáticamente que el CAC pueda convertirse en un hotel cinco estrellas. El alcalde Rodas ratificó expresamente esa postura en su rueda de prensa de esta mañana, al anunciar que el CAC se convertirá en el primer Museo de Arte Contemporáneo del Ecuador.

LA CIUDADANÍA OPINA

Mariana Andrade, gestora cultura y ex Secretaria de Cultura de Quito. Foto de cortesía de MA.
Mariana Andrade, gestora cultura y ex Secretaria de Cultura de Quito. Foto de cortesía de MA.

Mariana Andrade, ex Secretaria de Cultura de la Alcaldía de Quito

1.- Cuál es la importancia del Centro de Arte Contemporáneo para la ciudad?

Quito es más que el Centro Histórico y museos coloniales y religiosos. El CAC es como un museo extendido, aunque no lo es como tal, que alberga culturas urbanas, industrias creativas, creacion artistica, circulación de contenidos contemporáneos, artes escénicas, mediación comunitaria. El CAC es un espacio fundamentamente de encuentro y cruce. El Premio Mariano Aguilera es uno de sus proyectos mas emblemáticos. Es un Centro de Arte joven, tiene apenas un poco mas de 5 años, tiene mucho por mejorar todavia, pero existe y hay que sostenerlo.

2. ¿Qué pensó cuando el gobierno central propuso convertir al CAC en hotel cinco estrellas?

Que la ciudad no debía permitirlo. Sus autoridades culturales tienen que oponerse rotundamente y la Secretaria de Cultura tiene que liderar esa defensa, pues ningun museo o teatro o centro cultural, debe ser usado para fines distintos a los que fue creado. Es un espacio ya ganado para el arte, aunque en construcción todavia muchos de sus procesos con la comunidad, ya es parte de un circuito nacional y regional. Su modelo de gestión puede ser mejorado y hay partes de la edificación que deben ser completadas con proyectos claros que justifiquen su uso. Hay alas del edificio antiguo sin un uso claro y siguen vacias y ese puede ser un argumento para querer usarlo de otra manera. Creo que falta una vision mas agresiva y arriesgada. Los Centros de Arte Contemporáneo en el mundo han logrado que las ciudades enriquezcan su planificación de uso del espacio y tiempo libre para actividades culturales vinculadas a pedagogias alternativas, modernas y expresiones artisiticas diferenciadas. Hay que fortalecer eso.

3. ¿Le hace falta a Quito un museo de arte contemporáneo y moderno?

Debe existir un Centro de Arte Contemporaneo. La diferencia con Museo es que un museo mantiene y adquiere colecciones permanentes. Un Centro genera relaciones alrededor de cada propuesta que ahí se presenta. Todas las ciudades necesitan un Centro de este tipo, eso no es novedad, mucho más en una ciudad que se dice “patrimonio cultural”, aunque siempre este concepto nos lleva a vincular a Quito con la historia patrimonial y no con la modernidad. El arte contemporáneo ha demostrado que puede convertirse en un proyecto económico de interes grande para una ciudad, porque activa economias relacionadas, fomenta el trabajo en red y genera nucleos turisticos, ademas de dinamizar las escenas artisticas locales y fortalecer a los barrios en los que se asientan. La Cultura tiene que ser parte de los planes de desarrollo de cualquier ciudad y este es un caso especifico. El CAC es eso para Quito y debe mantenerse como tal.

María Belén Moncayo, artista y activista quiteña.
María Belén Moncayo, artista y activista quiteña.

María Belén Moncayo, gestora cultural

1. ¿Cuál es la importancia del Centro de Arte Contemporáneo para la ciudad?

El CAC, desde sus inicios, ha significado para Quito un modelo de gestión cultural pública que dialoga con la comunidad. En este espacio se gestan proyectos que están pensados para ser articulados a los intereses de los moradores del barrio en el que está circunscrito; por un lado. Por otro, las propuestas externas que recibe, así mismo, se vinculan de maneras directas o paralelas a acciones culturales y artísticas con la sociedad. El CAC le ha abierto las puertas a sectores de la población históricamente excluidos: vecinos del sector, población LGBTI, movimiento de mujeres, grafiteros, skaters, hiphoperos, diseñadores independientes y otras expresiones de sub-culturas urbanas. Independientemente de cuál haya sido el gobierno municipal de turno, he visto cómo el CAC ha sido el espacio artístico-cultural más abierto hacia propuestas de diversa índole ya ofrecidas desde la comunidad, ya trabajadas desde su acercamiento a las pulsiones sociales vigentes en el Quito contemporáneo.

2. ¿Qué pensó cuando el gobierno central propuso convertir al CAC en hotel cinco estrellas?

Cualquier espacio que históricamente haya sido construido y habitado por un grupo de seres vivos -en este caso los vecinos de San Juan y San Roque- debe permaecer como tal, desde un sentido de responsabilidad social; desde la consideración humanitaria de que espacios que antes albergaron dolor humano, tortura, sangre y muerte, como el Ex-Penal García Moreno; y enfermedad y padecimiento como el Antiguo Hospital Militar; no pueden convertirse en hoteles de ningún número de estrellas -mucho peor de cinco-. Hacerlo implica un gesto perverso, obsceno; más todavía cuando la inversión para esta limpieza sociológica estará financiada -posiblemente- con dineros de Qatar y de China; contextos que nada tienen que ver con las ancestrales costumbres de estos barrios quiteños. El arte por su esencia libertaria es una opción digna para ocupar ese tipo de espacios cuando estos dejan su función de origen, ese ha sido el caso del Antiguo Hospital Militar hoy convertido en el Centro de Arte Contemporáneo. El caso del ex-penal no puede ser diferente; sin embargo, teniendo en cuenta la diferencia que existe entre un hospital y una cárcel y las condiciones en las que los privados de libertad fueron trasladados a su nuevo destino; ese espacio -en mi criterio- debe convertirse en el Museo de la Corrupción, gestionado por el pueblo.

3. ¿Le hace falta a Quito un museo de arte contemporáneo y moderno?

En primer término a Quito y al Ecuador entero le hace falta replantearse la figura del museo. Este ya no solamente debe ser un contenedor de colecciones de arte de diferentes siglos, sino que además debe articularse dialógicamente con la comunidad y sus necesidades sociales e históricas. Los modelos herméticos y colonizadores de los museos del primer mundo están hoy por hoy totalmente interpelados; ergo, no es cuestión de más o menos recursos, sino de re-pensar la función del museo, ya sea de arte moderno, contemporáneo, antiguo, antopológico o de otra índole. Adicionalmente, de cara al posible emplazamiento de un hotel cinco estrellas en una de las alas del CAC, Quito necesita que la totalidad del universo dedicado al arte y a la cultura desarrolle un contingente de resitencia pacífica, pero radical; que no permita que este proyecto se lleve a cabo. Gestión que la atisbo imposible, considerando que a la infinita mayoría de artistas y gestores culturales -de la ciudad y del país- este tipo de políticas públicas socialmente censurables les preocupa poco o nada. Ni siquiera alcanzo a visualizar una huelga de hambre de este sector humano que persiga proteger al CAC de los proyectos inmoviliarios. Si llega a suceder lo mirarán estoicamente.

(I)

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