El Teatro Sánchez Aguilar inicia su quinta temporada, anunciando sus estrenos, que incluyen un circo de fibras naturales y la puesta en escena de dos clásicos de los más grandes dramaturgos de habla hispana e inglesa.
María Cecilia Sánchez de Martinod, directora ejecutiva de la Fundación Sánchez Aguilar, señaló que este año se está empezando un poco tarde la temporada, por las mejoras que se están llevando a cabo puertas adentro en el teatro, y por la situación del país a raíz del terremoto del 16 abril, que ha llevado a todo el equipo del teatro a solidarizarse con los damnificados, uniéndose a la iniciativa «Salvando Ecuador», que se inició trayendo a Ecuador médicos especialistas en urgencias, y a la que continuarán apoyando con proyectos de mejoras en las áreas que actualmente se está aquilatando, y también llevando la «Matiné cultural» a la provincia de Manabí.
Ramón Barredo, Director Artístico del Teatro dice: «Arrancamos un año con un sueño, porque desde el comienzo pensamos en el circo como una de las artes escénicas a poner y de hecho en estos años siempre tuvimos un circo, de Argentina, de Canadá, de España, y nos pusimos de acuerdo con Leandro Mendoza que ya hizo el año pasado «Pals» y con la Fundación Greg de Barcelona». El proyecto comenzó en noviembre del 2014 y lo veremos cristalizado en junio. «Guadual» es un circo de fibras naturales, que habla del ecuador.»
«Además, continúa Ramón, «este año ocurre algo muy importante para toda la gente del teatro, este año se conmemoran los 400 años de Shakespeare y de Cervantes, los dos grandes dramaturgos tanto de lengua castellana como de lengua inglesa, y por eso vamos a hacer a «Romeo y Julieta» y el «Ballet de Don Quijote», que contará con la orquesta sinfónica de Guayaquil, que harán la música del ballet en vivo, con lo que la percepción del público cambia mucho y también los bailarines lo sienten de forma mas visceral, la energía es totalmente diferente con música en vivo. La version que se va a hacer es muy fiel al texto literario, pero se la ha recortado un poco, y está a cargo de Denise Nader, la socia de Jaime Tamaríz en Daemon. También están por cerrarse fechas para que venga Natalia Lafourcade y también vendrá el Ballet Nacional del Ecuador que hará «Coppelia». Tendremos una tercera producción nuestra, y uno de los musicales más importantes que se estrenará en el Teatro Sucre en Quito y que luego vendrá a Guayaquil, «Los Miserables».
Sobre «Guadual» Leandro Mendoza afirma sentirse muy contento de dirigir la primera producción de circo contemporáneo en Ecuador: «A mí me interesa contar historias con el circo, el circo tiene otra formas de expresarse que no es la dramaturgia, ahora se ve circo danza, circo teatro, circo tecnológico… el circo se está mezclando con muchas artes escénicas, pero yo siempre elijo acercarme al teatro. Mi vida profesional está en Barcelona, pero yo soy argentino, estudié en la escuela de Circo Criollo donde se hacían sainetes, se mezclaba mucho el teatro y el circo y alguna manera ahora en la maduración de mi carrera vuelvo a mis inicios, a contar historias, mejor si son del campo, porque yo creo que así como los humanos venimos de los animales, así también las ciudades vienen del campo».
«La historia del «Guadual» es de unos campesinos que están en su casa, humilde y generosa, y por un accidente se les presenta una compañía de circo abandonada, dejada, y de alguna manera ellos se tienen que rehacer como una compañía independiente y los campesinos les dicen en mi casa no entramos, pero tengo una mancha de guadúa, vayan a vivir allá. Y se va generando un ecosistema de circo, que el circo trabaja mucho con los materiales que hay y se genera un nuevo circo de fibras naturales, trabajando con paja, con caña guadúa. Hay un choque cultural que se va derritiendo, y se genera una alquimia y un colectivo entre las dos culturas, que se juntan para empezar un proyecto, un accidente que se vuelve una misión.Y era lo que a mí me interesaba explicar, habla de gente que habita una tierra y nunca se ha movido de ahí, y sus padres y sus abuelos tampoco, y por otro lado la antítesis de esto, que son los artistas de circo, que son de muchos lados y no pertenecen a ninguno».
«Creo mucho en la geometría del circo y me interesan mucho los materiales, para que el público se sienta identificado. Yo intento tener un circo cálido, vacío, austero, que no tenga grandes tecnologías, pero sí que tenga mucha cabeza, mucho sentimiento, e intentar transmitir esto al publico desde la corporalidad de un artista. Se muestra cómo se arman ellos como compañía desde el accidente, porque el hecho mas teatral de circo es montar la carpa de circo».
«Guadual» es la primera producción que nace con miras internacionales, gracias a la colaboración con Leandro Mendoza y con Fundación Grec de Barcelona. Se estrenará en Guayaquil en junio y en julio se irán a presentar en el Festival Grec .
Respecto de Romeo y Julieta, Jaime Tamaríz afirma: «El elenco es grande, contamos con una debutante muy talentosa que será Julieta y también bailarina en el «Ballet de Don Quijote», que es María Clara Ambrosini. Lo que a mí me interesa como director es darle vigencia a la obra. ¿Porqué una obra que se escribió hace 400 años es vigente? Además de que sea escrita por Shakespeare, que a propósito él no fue el autor, el la versiona, tiene que contarnos una historia que a nosotros nos interese, porque vamos al teatro para vernos cómo somos y porqué somos, y porqué hacemos las cosas que hacemos».
«Y esta historia realmente, habla sobre algo muy interesante, que es lo que le pasa a todo lo que está vivo, a todo lo que se mueve, que llega un momento en el cual su cuerpo se transforma, su mundo cambia y se enamora, viene toda esta extraña enfermedad que es el amor y eso es algo completamente natural que habla sobre nuestra condición, creo que poder traer de vuelta esas historias de siempre, que hablan de cómo somos los seres humanos, y esos conflictos que creamos de una manera trágica cuando nos enfrentamos con nuestro propio destino e inevitablemente perdemos. Ésa es la tragedia de «Romeo y Julieta».
«Con respecto a la puesta en escena, vamos a lanzarnos, a arriesgarnos, porque creo que es importante recordar que esto es una obra sobre adolescentes. Nosotros, estéticamente nos estamos dando ciertas libertades, no estamos planteando la historia en Verona del 1.600, nos enfocamos en los problemas familiares, en esos viejos dolores, en los odios heredados, que no pueden ir contra la esencia del ser humano que es el amor. La idea es hacer una puesta en escena realmente transgresora para atraer mucho a los jovenes».
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