Argentina recuerda a Ernesto Sábato en un festival callejero

Festival Sábato, foto .santoslugaresweb.com.ar

Buenos Aires, (EFE).- Representantes del mundo de la cultura y la política argentina recuerdan hoy con «gran emoción» a Ernesto Sábato mediante un festival callejero en la localidad de Santos Lugares, en la periferia de Buenos Aires, donde residió el escritor la mayor parte de su vida.

«Es un festival de alegría, que es lo que yo siempre quise que rodease el recuerdo de mi padre», señala en una entrevista con Efe el hijo del autor de «El túnel» (1948), el cineasta Mario Sábato.

El primer «festival Sábato», organizado por la Municipalidad de Tres de Febrero a la que pertenece Santos Lugares, congregará a políticos, actores, músicos, ilustradores, vecinos y fanáticos que buscan honrar la memoria de uno de los mayores referentes de la literatura argentina, fallecido en abril de 2011.

El evento arranca en la estación de esa localidad con la inauguración de una exposición de fotografías realizadas por Aldo Sessa que muestran al escritor en esa misma parada de tren.

Una feria de literatura, talleres infantiles, danza, puestos de comida, caricaturas, charlas, proyecciones, lecturas, conciertos y todo tipo de actividades, entre las que se destaca la restauración colectiva del mural en honor a Sábato, coparán la plaza y otros espacios como la casa del escritor, que desde septiembre de 2014 funciona como museo.

Su hijo se muestra «muy contento» porque el evento se realiza en su barrio, en el «pequeño lugar» en el que creció, donde además cree que ha ocurrido un «milagro» porque ha habido una «continuidad institucional» respecto a la obra de su padre pese a los cambios de gestión ocurridos en la localidad, antes gobernada por los peronistas y ahora por la conservadora Propuesta Republicana.

No es sólo que «Sábato una», sino que algunas cuestiones «fundamentales» deben protegerse, ya que, según el cineasta, siempre entendió que el legado del autor de «Sobre héroes y tumbas» (1961) no le pertenecía a la familia ni a la política, sino «a toda la comunidad».

Además de un referente de la literatura argentina, Ernesto Sábato fue titular de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep) y responsable del prólogo del «Informe Sábato», que documentó el horror de la última dictadura (1976-1983) y permitió sentar en el banquillo a los miembros de las Juntas Militares.

Mario Sábato considera que su padre definió que es «posible ser digno» en Argentina, que la ética no se trata de una utopía y que la honestidad es una obligación y «no un mérito».

«En un país muy convulsionado, con muchos sobresaltos y disgustos, una figura como la de mi padre trae esperanza», aseveró.

Asimismo, piensa que esta personalidad tan intensa y, en ocasiones, «arbitraria» de Sábato se trasladó también a su trabajo, que considera «indefinible» y en ocasiones «insólito», reflejo de un hombre que mostraba la misma pasión por la cultura que por las matemáticas, la música y, sobre todo, las personas.

Personas como la «multitud» que cree se congregará durante todo el fin de semana en Santos Lugares para honrar el recuerdo de su padre. EFE

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