Museo de LA exhibe imágenes de personas a punto de morir

En esta imagen del 15 de agosto de 2016, el fotógrafo Andrew George, a la derecha, posa junto a Nelly Gutierrez, quien aparece en la exhibición de George "Justo antes de morir" en el Museo de la Tolerancia en Los Ángeles. La muestra, en la que se muestra a personas que sufren de enfermedades graves, estará en exhibición hasta el 30 de septiembre. (AP Foto/Richard Vogel)

LOS ÁNGELES (AP) — Hace cuatro años, el fotógrafo Andrew George se acercó al director médico de un hospital de Los Ángeles con una petición inusual: Quería conocer y fotografiar a personas que estuvieran a punto de morir.

No había nada macabro en la solicitud, asegura George. Solamente quería reflexionar y aprender la sabiduría que estas personas habían acumulado, con la esperanza de que otros descubrieran la mejor manera de llevar vidas mejores y más satisfactorias.

«Quería hacer un proyecto sobre el desafío universal que todos debemos afrontar, que es morir», dijo George, sentado en la galería del Museo de la Tolerancia en Los Ángeles, en donde su exhibición fotográfica «Right, Before I Die» (Justo, Antes de Morir), se inauguró esta semana.

«Pensé en si podía hacer un proyecto sobre las personas excepcionales que habían superado los temores con los que todos lidiamos en la vida. Luego se me ocurrió que solo podría obtener eso al tratar con una población en agonía», afirmó.

En las paredes de la exhibición a su alrededor hay 20 imágenes enmarcadas de personas a punto de morir, cada una de ellas acompañada por algunas de las frases de sus protagonistas en las que describieron sus esperanzas, sueños, momentos felices y arrepentimientos mientras él los fotografiaba.

Entre las cosas que encontró en común es que pocos parecían seguirle temiendo a la muerte. Pero tampoco tenían prisa de que les llegara. Muchos, pese a que parecían frágiles y hacían notar que tenían mucho dolor, aún esperaban simplemente saludar cada nuevo día.

Una persona, identificada únicamente como Irene, dijo: «Es un día hermoso. Estoy observando cómo las hojas se mecen con el viento, y me alegra estar con vida para poder ver eso».

Algunos lamentaban cosas del pasado, aunque ya no les daban vueltas y vueltas en la mente.

«Mi esposa no fue el mayor amor de mi vida. Fue una chica japonesa en la década de 1940», dijo un hombre de nombre Jack.

Ambos eran adolescentes cuando ella fue enviada a un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial. Y aunque planeaban casarse, perdieron el contacto.

«Pensé en ella el otro día porque entró una enfermera japonesa. No había pensado en ella en años», dijo Jack, quien fue fotografiado conectado a su tanque de oxígeno.

De las personas fotografiadas, solo Nelly Gutierrez — quien padece diabetes, fallas hepáticas, problemas cardiacos y otras dolencias— sigue con vida. La mujer de 63 años afirma que soporta el dolor y los extenuantes tratamientos solo porque quiere ver a su familia. Y también porque le gusta cantar karaoke en los días en los que no está muy agotada por la diálisis.

Una vez, recuerda, vio la luz blanca de la muerte, y creyó que se trataba del cielo. Pero discutió con Dios de que no estaba lista para partir porque sus hijos aún la necesitaban.

«Y entonces desperté», dice con una sonrisa mientras revisa su fotografía.

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