Arturo Pérez-Reverte: «El lado oscuro vuelve otra vez»

El novelista español Arturo Pérez-Reverte posa para la foto en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, México, 26 de noviembre de 2016. Pérez-Reverte presenta su nueva novela "Falcó" en la feria. (AP Foto/Berenice Bautista)

GUADALAJARA, México (AP) — Arturo Pérez-Reverte se pone el sombrero y saca una cigarrera en «Falcó», su novela sobre un extraficante de armas convertido en espía español en el período de entreguerras.

«Cuando escribí ‘El tango de la Guardia Vieja’ me ocupé de los años 30, dejé unas cuantas puertas abiertas, me la pasé muy bien con ese período, ropa, modas, costumbres, lugares, aquella Europa era fascinante», dijo el sábado en entrevista con The Associated Press en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara donde presentará su obra más reciente.

«Una novela de espías ahora es muy vulgar, en esas películas de Tom Cruise ya está todo, es teléfonos, drones. En los años 30 había tintas invisibles, mujeres misteriosas, trenes, sombreros».

Pérez-Reverte incluye minuciosamente estos elementos en la novela, aunque aclara que son detalles, no descripciones.

«Dan el carácter de realidad a las cosas, el lector con eso puede recomponer al personaje».

Aunque trabaja para el Servicio Nacional de Información y Operaciones, Falcó no comparte su ideología, es sólo un espía a sueldo.

«Es un ser de los años 30, no de ahora, un asesino, un torturador, un mujeriego, un traficante de armas, un tipo nada recomendable, no voy a darle principios morales a un personaje que no lo es», dijo Pérez-Reverte.

El algún momento se queja de que las mujeres prefieran acostarse con los canallas que con los caballeros. «Y como es un canalla se van con él», explicó Pérez-Reverte.

Los falangistas son una constante en la historia. Su presencia tiene un eco más grande en la actualidad ante las corrientes de ultraderecha que han comenzado a cobrar fuerza en el mundo.

«Viví 20 años en países en guerra y he visto totalitarismo, he visto guerra, matanzas, he visto fascismos, he visto comunismos y la historia se repite cíclicamente, ya tocaba», dijo Pérez-Reverte, de 65 años.

«Sí hay una manera de evitarlo, que es con cultura, la cultura es el único antídoto que hay. En la tierra no hay nada nuevo, sólo hay cosas que hemos olvidado, que ya han ocurrido. ¿La cultura qué permite? Identificarlas».

El autor dijo que tomó mucho de su experiencia como reportero de guerra para crear el ambiente de tensión constante que hay en «Falcó».

«Cuando yo hablo de violencia, de territorio peligroso, de tortura, de muerte, de soledad, no son teorías aprendidas en los libros o conversaciones de intelectuales en las barras del bar, lo he visto y lo he vivido», apuntó. «Por eso soy tan pesimista, porque sé que no hay salvación»

La guerra como la leyó antes de ser reportero, como la vio y como la ve sigue igual: Beirut, Troya, Eritrea o los escritos de Jenofonte están en un mismo plano. El triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos tampoco es algo que le sorprenda.

«El lado oscuro vuelve otra vez . siempre estuvo ahí, no se había ido», dijo. «Castro ha muerto en la cama, a Trump lo hemos votado nosotros, los políticos no son marcianos salidos del espacio, salen de nuestras casas».

¿Su opinión ante la muerte de Fidel Castro?

«Es muy sencilla: tristeza», dijo. «Hubo un sueño hermoso que se llamó Sierra Maestra, un sueño muy divertido de justicia y hombres valientes que se echaron al monte a pelear por la libertad y la justicia y vencieron. Después se pudrieron en el poder y han terminado un sueño en un payaso grotesco en chandal (ropa deportiva)».

«Es una lección histórica más de cómo los mejores hombres, los mejores sueños son corrompidos por sí mismos y cómo terminan», agregó. «Para mí Castro es el fracaso de la esperanza, eso es muy triste».

Pérez-Reverte dice sin pensarlo dos veces que los únicos inocentes son los niños y los perros, pero también tiene esperanza en algo más en este oscuro periodo: los maestros.

«Siempre hay algún buen maestro en algún sitio», dijo. «Son lo más noble de lo que hay».

En «Falcó» el miembro de la Real Academia Española y autor de la popular novela sobre narcotraficantes mexicanos «La Reina del Sur», escribe «mejicanos» en vez de «mexicanos», dice, por cuestiones fonéticas y no por seguir la vieja regla de la academia.

«México con ‘x’, siempre, por respeto a México evidentemente . Y mejicano con ‘j’ porque en español se escribe con ‘j»’, dijo. «Yo soy el que más duro ataco a la Real Academia Española, hace pocas dos semanas tuve un artículo durísimo en contra».

Promete que habrá al menos tres entregas de la historia de su espía Lorenzo Falcó.

«Ya estoy con la segunda y estoy muy contento».

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(F)

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