Costa Gavras: «Detrás de cada película hay una pasión»

Foto: 20m.es

San Sebastián (España), (EFE).- Asociado a la etiqueta de cineasta político, Costa Gavras huye de esta clasificación y defiende que cada una de sus películas ha surgido de «una pasión» aunque reconoce que «todos los filmes son políticos» e ironiza porque en Hollywood se hable de «productos» en lugar de «obras».

Gavras cerrará mañana con el cineasta español Imanol Uribe el ciclo «Diálogos de cine» organizado con motivo de la Capitalidad Cultural Europea 2016, que ostenta la ciudad española de San Sebastián (norte) junto con la polaca de Breslavia (oeste).

«El cine es ante todo un espectáculo en el que además debe haber algo de la sociedad, como ocurría en el teatro griego o los clásicos franceses o españoles», señaló el autor de «Z» en el acto de presentación de la iniciativa que ha constituido en sí mismo un inicio de ese «diálogo» entre ambos directores.

El cine debe «crear emociones» y después el público «puede hacer algo con ellas o no», pero «no se va al cine a escuchar un discurso político sino a contemplar un espectáculo», aseguró.

«Pero todas las películas son políticas», señaló el director griego, que se reconoce como persona «de izquierdas», ya que «si fuera de derechas» el resultado «sería diferente». Las películas «se hacen desde lo que uno piensa».

El realizador, que ha desarrollado algunos de sus proyectos en Estados Unidos aunque ha mantenido siempre su independencia sobre las directrices de los grandes estudios, se confesó admirador de la cinematografía de ese país, desde el mudo.

De hecho fue «Greed» (1924), de Von Stroheim, la primera película que vio cuando llegó a Francia, la que le demostró que «no todas las películas americanas tenían un final feliz» y le animó a comenzar sus estudios en el prestigioso Instituto de Estudio Cinematográficos de París.

Años después, en 1965, rodaría su ópera prima «Compartiment tueurs», un «thriller sencillo» cuyo guion escribió como «ejercicio» mientras desempeñaba como ayudante de director y que se proyectará mañana en San Sebastián en una versión restaurada.

En su recuerdo permanece la experiencia con las productoras estadounidenses cuando realizó «Missing» (1982), un proyecto que aceptó porque contaba la historia real de un joven americano desaparecido en los primeros días del golpe de Estado de Augusto Pinochet y con el que ganó un Óscar al mejor guion.

En especial le interesó la figura del padre del desaparecido, «un hombre conservador, votante de (Richard) Nixon» que no se llevaba bien con su hijo y que inicia un periplo «que le conduce a modificar su postura hacia su país», señaló Gavras.

La elección de Jack Lemmon como actor para ese personaje fue también una batalla que Gavras ganó a la productora, que pretendía poner a Gene Hackman en el papel. EFE

mz/cgc/jdm/agf

(F)

Más relacionadas