Íntimo y desgarrador “Dear Evan Hansen” triunfa en los Tony

El elenco y equipo de "Dear Evan Hansen" celebra al ganar el premio Tony al mejor musical, el domingo 11 de junio del 2017 en Nueva York. (Foto por Michael Zorn/Invision/AP)

NUEVA YORK (AP) — Un musical íntimo y desgarrador sobre la soledad, la angustia adolescente y el suicidio en la era de la hiperconectividad coronó su improbable trayecto en Broadway con los máximos honores en los premios Tony.

«Dear Evan Hansen«, protagonizado por la revelación de 23 años Ben Platt en una actuación formidable, se alzó con seis trofeos el domingo por la noche en el Radio City Music Hall, incluidos mejor musical y mejor actor. También les mereció honores a sus jóvenes compositores, Benj Pasek y Justin Paul, que este año ganaron premios Oscar por «La La Land«.

Platt, en su discurso de aceptación, se dirigió a quienes puedan estar sufriendo el tipo de ansiedad social que enfrenta su personaje, el estudiante del último año de secundaria Evan Hansen.

«A todos los jóvenes viendo en casa, no pierdan el tiempo tratando de ser alguien más«, dijo, «porque las cosas que los hacen raros son las cosas que los hacen poderosos«.

Otro discurso memorable fue el de Bette Midler, ganadora del Tony a la mejor actriz en un musical por su elogiado trabajo en «Hello, Dolly!«. Midler subió al escenario en un traje de lentejuelas y dejó en claro que no se bajaría hasta que estuviera lista. Cuando la orquesta comenzó a tocar para recortar su discurso, no solo habló por encima de la música, sino que dijo alegremente: «¡Corten esa mier…!«.

Su discurso le proporcionó al anfitrión Kevin Spacey — quien cantó, bailó, hizo imitaciones y en general estuvo dispuesto a lo que fuera — su mejor línea de la noche. Al aparecer como su personaje de «House of Cards» Frank Underwood, dijo que mejor se iba «antes de que Bette Midler le agradezca a alguien más«.

En la competitiva categoría de drama, «Oslo«, una obra de tres horas de J. T. Rogers sobre los acuerdos de paz de 1993 en el Medio Oriente, superó a puestas que incluyeron «A Doll’s House, Part 2» de Lucas Hnath, la ganadora del Pulitzer «Sweat» de Lynn Nottage, e «Indecent» de Paula Vogel. (En un nuevo giro, los cuatro dramaturgos presentaron personalmente su trabajo).

A diferencia del año pasado, cuando «Hamilton» dominó el espectáculo y ganó 11 Tonys, los premios se distribuyeron más equitativamente. «Hello, Dolly!» obtuvo cuatro galardones, incluyendo a mejor reposición de un musical y mejor actor de reparto, para el veterano de Broadway Gavin Creel. Y el premio a la mejor dirección de un musical fue para Christopher Ashley de «Come From Away«, el edificante show sobre el pueblo de Gander, Newfoundland, que acogió a miles de personas que quedaron varadas en el aeropuerto tras los ataques terroristas del 11 de septiembre.

La bulliciosa «Natasha, Pierre & The Great Comet of 1812«, que contaba con 12 nominaciones, terminó llevándose solo dos premios técnicos, a mejor escenografía e iluminación.

Claramente fue la noche de “Evan Hansen”. Su escritor, Steven Levenson, obtuvo el honor al mejor libreto y Alex Lacamoire el de mejor orquestación. Rachel Bay Jones ganó su primer Tony, a mejor actriz de reparto, por su desgarradora interpretación de una madre que lucha por entender y ayudar a su hijo, Evan, cuando éste se ve atrapado en una terrible mentira que no puede controlar.

Jones habló de sus muchos años flojos en la industria, y le agradeció a su «yaya» por vender su anillo de compromiso para que ella pudiera mudarse a Nueva York a perseguir su sueño.

En el apartado de drama, los principales honores actorales fueron para Kevin Kline por «Present Laughter» (su tercer Tony) y Laurie Metcalf por «A Doll’s House, Part 2» (su primero). Rebecca Taichman se alzó con el trofeo a la mejor dirección por «Indecent«.

Kline se aseguró de agradecerle al National Endowment for the Arts y al National Endowment for the Humanities, dos organizaciones cuyos fondos federales se ven amenazados bajo la administración del presidente Donald Trump.

Cynthia Nixon recibió su segundo Tony, a mejor actriz de reparto en una obra, por «The Little Foxes» de Lillian Hellman. La estrella de “Sex and the City” ofreció uno de los discursos más políticos al saludar a aquellos que se niegan a quedarse callados cuando ven cosas malas ocurrir en el mundo. Otro actor reconocido, Danny DeVito, un favorito por su entretenido trabajo en «The Price» de Arthur Miller, perdió ante Michael Aronov de «Oslo«.

Entre otros ganadores, “Jitney” de August Wilson se llevó el premio a la mejor reposición de una obra. Y en el apartado de coreografía, Andy Blankenbuehler se unió a su colega de «Hamilton» Lacamoire con otra victoria este año, esta vez por «Bandstand».

Spacey, quien fungió por primera vez como maestro de ceremonias de los Tony, se rió de sí mismo en un número inaugural de 10 minutos en el que gradualmente se fue mostrando más cómodo. Incorporó a su rutina escenas de todos los musicales nominados y también hizo imitaciones del expresidente Bill Clinton y del difunto presentador Johnny Carson.

Se divirtió incluso con los rumores sobre su orientación sexual mientras cantaba el tema de Andrew Lloyd Webber «As If We Never Said Goodbye» de «Sunset Boulevard«. Vestido como Glenn Close, Spacey cantó «I’m coming out...» (estoy saliendo) e hizo una pausa para aclarar «del maquillaje…«.

Sus chistes más exitosos, a juzgar por la reacción del público, fueron sus imitaciones. Su representación de Bill Clinton por un momento logró engañar al ex vicepresidente Joe Biden, quien se encontraba entre el público.

«Por un minuto pensé que era realmente Clinton«, dijo Biden en una fiesta posterior a la ceremonia, en el Hotel Plaza.

(F).

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