Quito.- Termina una intensa semana para los aficionados al teatro en Quito. La adaptación de Jaime Tamariz de ‘El Principito’ se presentó en el Teatro Nacional Sucre, para recordar al público capitalino que lo realmente esencial es invisible a los ojos, porque sólo se ve bien con el corazón.
Sin duda, una magistral interpretación de la obra de Antoine de Saint-Exupery, considerado un clásico de la literatura universal por los adultos y el libro infantil por excelencia de los niños.
En esta ocasión, Tamariz encarna al aviador cuya niñez culminó el instante en que los adultos no entendieron que aquel dibujo en el que ellos veían un sombrero era, en realidad, una cobra que se comió un elefante.
La pieza teatral alude a lo más hondo del alma humana. Saint-Exupery plantea que domesticar implica crear vínculos a fin de que aquello a lo que nos vinculamos se convierte en único e irrepetible. La visión del mundo de ‘El Principito’ alude a los planteamientos filosóficos más amplios, pero también a la lucidez de la época de la infancia, que se pierde con el paso de los años.
La producción técnica de esta obra la hace el mismo Teatro Nacional Sucre y el Teatro Sánchez Aguilar, con un elenco constituido, además de Tamariz, por Elizabeth Zambrano, Itzel Cuevas, Michelle Zamudio, Itzel Cuevas y Michelle Zamudio. El guión es de Denise Nader. Y los productores Cecilia Márquez y Daniela Ramírez. (I)
MMD