Descendiente de supervivientes del Holocausto roba piezas de Auschwitz

Jerusalén.- La estudiante israelí Rotem Bides, nieta de supervivientes del Holocausto, ha levantado críticas al robar piezas y artilugios del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau para utilizarlas en un proyecto artístico que ha presentado en su escuela.


«Sentí que era algo que tenía que hacer (…) Me preocupa que, después de que todos los supervivientes se hayan ido, el Holocausto se convierta en un mito«, señaló la estudiante de la facultad de arte de Beit Berl, de 27 años, al diario Yediot Aharonot, que difundió esta semana la historia.

Entre otros objetos, Bides sustrajo del campo de concentración (donde murió más de un millón de judíos durante la II Guerra Mundial) pedazos de vidrio, pequeños cuencos, un tornillo, tierra y un cartel en el que pide a los visitantes que no se lleven nada del lugar, reconvertido en la actualidad en un museo y situado al sur de la ciudad polaca de Cracovia.

Tras conocerse el robo, el museo aseguró que presentará una denuncia ante la Fiscalía de Polonia, mientras que la escuela de arte retiró el proyecto de la exposición, convocó a la alumna para una reunión disciplinaria y difundió una nota en la que condena su conducta por su «insensibilidad«.

Bides ha visitado en seis ocasiones Auschwitz-Birkenau, de donde salió con vida uno de sus abuelos, asegura.

Reconoce ser consciente de haber violado la ley, pero cuestiona si se deben respetar las normas de un lugar donde las normas más básicas se violaron masivamente.

«Millones de personas fueron asesinadas de acuerdo a las leyes de determinado país, bajo un determinado régimen. Y, si estas son las leyes, yo puedo ir allí y actuar de acuerdo a mis propias leyes. Lo que estoy diciendo es que las leyes las determinan los humanos y la moralidad es algo que cambia de un tiempo a otro y de una cultura a otra«, aseguró.

«No digo que tenga derecho a hacerlo porque mi abuelo estuviese en Auschwitz. Solo hago preguntas», añadió.

El Museo calificó los hechos de «dolorosos y escandalosos» y recordó que se trata de un lugar protegido que sirve de testimonio de la tragedia del Holocausto y la Segunda Guerra Mundial y que debe ser preservado para las próximas generaciones.

«Es difícil imaginar que el robo pueda justificarse de algún modo, ni siquiera a través del arte«, dijo en un comunicado, en el que acusa a la estudiante de «buscar publicidad».

Sin embargo, no ha podido confirmar que las piezas procedan del Museo, como asegura la estudiante. EFE

(I).

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