Guayaquil.- El espacio cultural «Violenta», ubicado en M. Villavicencio 609 entre Maldonado y Gómez Rendón, surge como una iniciativa del Colectivo «Los Chivox», en el marco de «una escena artística un poco dañada, por llamarla de alguna manera, debido a los cierres de espacios galerísticos como NoMíNIMO, por ejemplo», le cuenta a la República el artista Juanca Vargas. «Y, a partir de esta situación, los artistas hemos optado por tomar la rienda y montar este espacio de artistas para artistas, para, de alguna manera, poder gestionar otras muestras, poder conversar sobre arte, aquí hacemos conversatorios, como el que tuvimos hace poco sobre coleccionismo, que son cosas que se han perdido mucho y que nos aportan a los artistas».
Esta exposición es iniciativa de la curadora Aurora Zanabria, quien propuso al espacio una colectiva invitando a Cristina Garrido (España) y Marlon de Azambuja (Brasil), Danilo Espinoza, (Chile) como artistas extranjeros y convocando a los artistas nacionales que trabajan en medios fotográficos para crear un vínculo entre todas las obras, artistas que son Marco Alvarado, Adrián Balseca, María José Argenzio, Ilich Castillo y Patricio Palomeque.
La foto de Marco Alvarado es una fotografía de una obra que está trabajando actualmente a la cual él interviene por medio de palabras en un juego de idiomas como el quichua y el huaorani, que las mezcla con español o inglés. Patricio Palomeque usa algodón de azúcar y mediante un proceso de escaner con la tapa del scanner abierta para crear una atmósfera como de universo en su obra. Danilo Espinoza presenta fotografías de detenidos desaparecidos chilenos quemadas y cubiertas de hollín. Adrián Balseca utiliza vasijas de la cultura Tolita a las cuales gira e interviene la foto con la vasija sobre las coordenadas específicas donde se las encontró. Marlon de Azambuja extrae las páginas de las fotografías de los esposos alemanes Bernd y Hilla Becher, conocidos por sus series de imágenes de edificios industriales y las interviene con rapidógrafo negro tapando las fábricas. La obra de María José Argenzio tiene que ver con el «Proyecto Lara» del que ella fue integrante, y consiste en fotografías de Machu Picchu donde se aprecia tanto la mano del hombre como la obra de la naturaleza. Aurora Zanabria interviene fotos de edificios donde encuentra plantas y éstas las colorea de azafrán. Ilich Castillo fotografías los caminos de larvas en las plantas, haciendo un juego con el acetato y caminito. Y arma un collage con hojas de revistas de imágenes que se contraponen.
(F)