Jóvenes artistas resuelven «El Malentendido» en galería DPM

Obra de Josué Nieto

Guayaquil.- «El Malentendido», nombre de la muestra que se exhibe en galería DPM desde el jueves 15 de marzo, debe su nombre a la obra de Daya Ortíz,  la que consiste en audios en 18 idiomas en el que personas de distintos países expresan lo que significa para ellas un mantendido.

La exposición está integrada por obras de Fernanda Murray, Antonio Lopez, Daya Ortiz, Pablo Andino, Ana Cristina Vásquez, quien también es la curadora,  Josué Lino y Saskya Fun-Sang.

El artista quieteño Pablo Andino nos dice que la obra de Ortíz «creó un ambiente alrededor del tema del malentendido y nos parecía que era un buen paraguas para todas las obras. En realidad, nuestro objetivo era hacerla un poco distinto a lo que se ve acá, no tanto nos enfocamos en artistas consolidados, sino artistas que se salgan un poco del formato tradicional de artista guayaquileño contemporáneo, por ejemplo, incluimos a Josué Lino, que es un artista guayaquileño, pero que se mueve un poco entre ilustración y arte propiamente, y él produce desde otra lógica, él es muy visceral, de dibujos en el día a día, que algunos saldrán bien, otros mal, es una obra muy personal y Antonio López es otro quiteño  con una forma de producción pictórica que trata conscientemente de salirse del formato, utiliza unas composiciones muy extrañas. Una mentora mía me dijo que en esta época, si uno ve alguna pieza y parece arte, quizás no lo sea. Lo que ella quería decir es que nos cuestionemos qué es arte y cómo vemos el arte. Si es que se ve muy formal, muy arte, quizás no haya mucho contenido en eso, quizás no sea muy crítico, entonces alrededor de esa idea es que proponemos el malentendido».

Pablo Andino y Ana Cristina Vázquez, foto larepubliica.ec

«Otro aspecto bastante importante que enfocamos en la exposición es la manufactura», continúa Pablo, «queríamos incluir artistas que trabajen desde el hacer propiamente, no tanto desde la idea. Incluimos a Fernanda Murray que trabaja en cerámica, que es algo muy  de hacer con las manos, la pieza de Saskya que consiste en un un afelpado y que es un trabajo muy largo que le tomó bastante tiempo hacerlo, incluimos bastante pintura, bastante dibujo, que se trata del hacer en el día a día, el hacer constante, es importante eso, más allá del resultado, entonces es una exposición que muestra procesos más allá del producto final».

Ana Cristina Vásquez es guayaquileña, se graduó  en el SAIC, School of the Art Institute of Chicago, donde conoció a Fernanda y a Antonio López, Ana tiene un video compuesto de una table en la que superponen letras. Ana comenta que «al princpio éramos cinco artistas: Pablo, Antonio, Fernanda, Ana Cristina, Antonio López, y luego agregamos a Josué Lino y Daya Ortíz y conversando con ellos fue que llegamos a esta idea del malentendido, que es no entender, no comprenderse, estar en distintos planos, en distintas frecuencias de la otra persona y es lo que pasa bastante en la exhibición, cada artista tiene su propia frecuencia, su propia forma de producir, hay artistas que son más de dibujo, de pintura, por ejemplo José Lino es super más grotesto y pictórico, hay un exceso de pintura en su obra, no necesariamente del material pintura, pero un exceso en sus pinturas, en Fernanda hay un poco de ese exceso también».

Fernanda Murray, foto larepublica.ec

«Creo que es algo muy importante de discutir ahorita esa noción del malentendido y de no entenderse, nosotros estuvimos en Estados Unidos y, claro, el país está dividido, completamente polarizado, está el de derecha, el de no tan derecha y el de izquierda y no hay cómo entenderse. Entonces el texto curatorial va un poco por ese lado, mantener esa posición pero saber de qué posición viene el otro, para poder entenderse, a pesar de que tú no vayas a cambiar de opinión necesariamente y no es que dejas de luchar por tu propia visión, pero hay más posibilidades de diálogo, no es que creo que tú tienes que ceder en absolutamente todo de tu posición, pero sí creo que es importante por lo menos escuchar, para saber de donde vienes, una eso es una posición inteligente, el saber escuchar y de eso se habla en el texto curatorial de una forma super narrativa y es algo que pasa también acá en el Ecuador en la política.  La obra de Daya nos conmovió, ella estuvo bastante tiempo comunicándose y teniendo entrevistas con personas sordomudas. Creemos que es super importante discutir ahora, desde nuestras distintas posiciones, distintas trincheras, entendernos, saber entendernos».

Fernanda, la autora de la aspiradora y de la escultura de cerámica, afirma que le gusta «buscar ese balance entre lo figurativo y lo abstracto, lo surreal, me enfoco full en Dada Art, es como una de mis inspiraciones, me gusta que mis obras tengan humor, algo oscuro, pero también chistoso, medio infantil, pero también llevados más allá, me encanta jugar con eso. En lo que más me enfoco al momento de producir en es en el color y la forma, es lo que primero tengo en la mente, después cuando ya nace empiezo a verle el chiste y ahí comienzo a mezclar nuevos elementos, me encanta lo industrial, la cérmica es tan manuable y tan de la tierra, que me encanta mezclarlo con cuestiones industriales que encuentro en ferreterías y ver cómo se balancean».

«Me cogen obsesiones, y me cogió un obsesión por meses con la aspiradora como objeto super femenino, algo que absorbe cosas. Hay la teoría, que no es que me creo totalmente, pero me encanta pensar que las mujeres somos gente que absorbe, en lo sexual, en lo emocional, en todos los sentidos, entonces con la aspiradora como algo que absorbe, era como llevar este objeto de producción masiva, industrial, a algo super suave, como la tela, la arcilla, las diferentes texturas, la pintura regada en el piso, algo que parece que tiene función, pero que no tiene nada de función. Y siempre hay un elemento super raro enmis obras, como la papa, un poco metida debajo de la aspiradora. Y eso me encanta, siempre estar buscando detallitos que sorprendan. Lo que más quisiera es sólo sorprender».

Josué Lino, foto larepublica.ec

Josué fue estudiante del ITAE, fue tecnólogo en artes pero por diferentes motivos, no terminó los estudios. «Me tocó trabajar pero nunca dejé de lado mi línea gráfica», nos dice. Mi trabajo ha sido constante, aparte de dibujar, soy músico, y muchas de mis obras dialogan bastante con mi música. Pablo Andino ha escogido obras mías del 2016 para la muestra, pese a que tengo full obra nueva. La exposición como lo menciona en su nombre es un maletendido, cada uno explora diferentes espacios, diferentes temáticas, pero al vez dialogan al momento de estar juntas, por ejemplo al entrar a la exposicion encuentras una obra que se llama «My dental work» que consiste en puros rostros de vecinos desagradables, o  rostros de personas con facciones que me inspiran dibujos, como por ejemplo, la naturaelza de esa obra dialoga con la obra de Saskya que es de Estados Unidos y que menciona mucho el temo de la sexualidad, toca el tema de vaginas. Imagínese, yo hablo de un tema muy personal y ella puede hablar de otro, pero ambas obras conversan».

El año pasado estuve trabajando a full con mi música, música me refiero a que yo tengo un proyecto de ruido, música experimental con pedales y el año pasado tuve la oportunidad de tocar en el Palacio de Cristal, toqué en el Funka Fest, en el Festival de Música  Contemporánea de Quito, me moví durísimo, el año pasado fue como el año del ruido y este año vamos a darle a la pintura. Con la pintura es con lo que más me comunico, si quiero expresarme lo hago con el ruido y con la pintura, con las dos cosas me puedo comunicar. Otro dato importante es que yo soy Marcelo Josué Arellano Lima, pero siempre firmo como J. L por Josué Lino, porque es como el lado B».

cerámica de Fernanda Murray

María Jurado, larepublica.ec

(F)

 

 

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