La Argentina contemporánea desembarca en la Feria del Libro de Bogotá

Asistentes recorren el pabellón del Centro de Memoria Histórica y su exposición de conflicto en Colombia durante el primer día de la XXXI Feria Internacional del Libro (Filbo) de Bogotá hoy, martes 17 de abril de 2018, en Bogotá (Colombia). El evento, que llenará de cultura y literatura la capital colombiana hasta el 2 de mayo, tiene como invitado de honor a Argentina. EFE/Mauricio Dueñas Castañeda

Bogotá, 17 abr (EFE).- Con una amplia delegación que incluye lo mejor de su cultura contemporánea, desde literatura hasta fútbol, pasando por música y gastronomía, Argentina protagoniza desde hoy la XXXI Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo).

«El pasado cultural argentino, como el colombiano, es enorme, lo estudiamos, lo conocemos, nos reconocemos en él, sus autores nos formaron, sus grandes compositores nos enseñaron a escuchar música», manifestó el ministro de Cultura de Argentina, Pablo Avelluto, en el acto inaugural que estuvo encabezado por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos.

Sin embargo, Avelluto añadió que «a veces el pasado puede ser opresivo, puede ser una mochila demasiado pesada» y por esa razón su país decidió traer a Bogotá una selección de artistas contemporáneos para la feria que se extenderá hasta el 2 de mayo.

«De alguna manera a lo que los estamos invitando, a ustedes que nos invitaron, es a encontrarse con la Argentina contemporánea que a partir de ese pasado escribe su propia historia en este presente, con las voces de una treintena de escritores, de ilustradores, de distintos géneros», agregó.

Para Avelluto, con esta delegación su país quiere mostrar «el nuevo capítulo de ese enorme libro de su historia, de su literatura», que tiene en sus páginas doradas a grandes como Ernesto Sábato, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Osvaldo Soriano.

«Esta celebración con la cual respondimos a la generosa invitación de la Filbo es un intento, esperemos acertado, de mostrar la Argentina contemporánea con sus matices, su diversidad, sus tensiones, sus alegrías y sus pasiones», agregó el ministro.

Entre los autores invitados están escritores como Alberto Manguel, Eduardo Sacheri, Mauro Libertella, Pablo de Santis y María Teresa Andruetto, la dramaturga Claudia Piñeiro y los ilustradores Chanti, Liniers y Pablo Bernasconi.

Toda esa riqueza estará concentrada en el pabellón principal del Centro Internacional de Negocios de Bogotá (Corferias), que como era de esperarse en un país apasionado por el fútbol, incluye una pequeña cancha para los espectadores.

«La literatura argentina sale a la cancha», se lee a la entrada del pabellón del país invitado de honor, que reproduce un campo de fútbol desde los graderíos y que recibe a los visitantes por un túnel similar al de los estadios.

Además de los centenares de títulos disponibles, el pabellón albiceleste tiene una exposición fotográfica y la obra original del dibujante Roberto Fontanarrosa.

En un año en que el mundo estará atento al Mundial de Rusia, la feria dedicará un amplio segmento al fútbol con autores como Sacheri y Andrés Neuman.

«Argentina es un modelo, aquí se ha dicho, de gestión cultural, de desarrollo de la industria editorial, no por nada fue allá donde se publicó por primera vez ‘Cien años de soledad'», destacó por su parte el presidente Santos.

El mandatario, que concluirá su mandato el próximo 7 de agosto, dedicó parte de su discurso a hacer un balance de los logros de su Gobierno en materia de lectura y citó una encuesta divulgada el pasado 5 de abril, según la cual los colombianos de las zonas urbanas leen en promedio 2,9 libros al año.

Santos recordó que a los dos países los une la afición al fútbol y que el seleccionador nacional es el argentino José Pekerman, con quien «Colombia ha logrado clasificar a los dos últimos mundiales».

Antes de la inauguración, el jefe de Estado y el ministro Avelluto recorrieron el pabellón argentino y el puesto del Museo de Memoria Histórica que tiene una exposición titulada «Voces para transformar Colombia», un espacio que narra por diferentes medios el conflicto armado del país antes de la firma de la paz con las FARC.

La lectura y la cultura sirven «para abrir senderos de comprensión del mundo; de aceptación de lo diferente; de tolerancia y respeto frente a las ideas ajenas; de compasión, esa compasión que después de 50 años de guerra estábamos perdiendo los colombianos, de diálogo y de entendimiento», aseguró el mandatario. EFE

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