Argentinos finalistas en premio novela negra alaban legado de Borges y Piglia

Los escritores argentinos Nicolás Ferraro y Liliana Escliar, finalistas de los premios de novela negra Dashiell Hammett y Silverio Cañada, respectivamente, posan junto a sus libros. EFE/Juan González

Gijón (España), (EFE).- Los escritores argentinos Nicolás Ferraro y Liliana Escliar, finalistas de los premios de novela negra Dashiell Hammett y Silverio Cañada, respectivamente, se declararon hoy herederos del legado literario de Jorge Luis Borges y Ricardo Piglia.

En el marco de la XXXI edición de la Semana Negra de Gijón (norte de España), que entrega los premios, estos autores valoraron la trayectoria literaria y editorial de Borges y Piglia, que este año son homenajeados en el certamen. Sin ellos «no se entendería» la existencia de nuevos escritores iberoamericanos, aseguraron.

Liliana Escliar, que opta al Silverio Cañada a la mejor primera novela negra con «Los motivos del lobo», consideró «imposible» que se hubiera dedicado a escribir sin haber tenido la influencia de Borges.

La autora bonaerense, que además es guionista de cine y televisión, explicó que varias generaciones de lectores no leyeron a Borges porque «lo consideraban un facha» pero «afortunadamente» ella sí lo leyó.

De alguna manera, Borges y Piglia, con su obra literaria y con las colecciones de libros que dirigieron, «son responsables de que me haya dedicado al oficio de escribir», destacó.

Ferraro, que compite por el Hammett a la mejor novela negra en español publicada el pasado año con «Cruz», valoró el papel que desempeñó Piglia, fallecido el pasado año, como editor de autores de genero policial.

Piglia tuvo la capacidad de editar a autores cuya visión de la realidad social se ajustaba a «lo que estaba ocurriendo en la Argentina» en esa época, y hacerlo antes de que los descubrieran las grandes editoriales como Bruguera, dijo.

«Cruz», la segunda novela de Ferraro después de «Dogo», con la que fue finalista en el festival Buenos Aires Negro, narra una historia de «padres, hijos y tiros» ambientada en la triple frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil.

Ferraro ha construido un laberinto de narcotraficantes, proxenetas y comisarios corruptos, en el que la moral se construye según las necesidades de supervivencia, y del que nadie puede salir.

El escritor afirmó no haber buscado hurgar en lo mas negro de la condición humana, sino en las zonas grises que hacen que alguien se vuelque hacia la maldad porque no le queda otro camino.

Además, refleja el clima que se vive en una pequeña localidad del norte argentino, alejada de las grandes urbes, donde la asistencia del estado está ausente y en la que «quien manda es el hampa».

Liliana Escliar, que fue galardonada con el Premio Planeta americano en el año 2000 por su primera novela, «La arquitectura de los ángeles», dijo que en su nueva obra ha querido reflejar los extremos del mal absoluto.

«Los motivos del lobo» plantea las razones por las cuales un psicópata elige una víctima, para descubrir que no existe ninguna respuesta lógica, porque este tipo de asesinos «mata por que sí, porque le da la gana».

El personaje de Daniel Parodi, un criminólogo forense que creía entender la lógica del delito y se consideraba capaz de pensar como un criminal como un método de investigación, encuentra la debilidad de esas ideas cuando su hija Zoe es asesinada.

Obsesionado por cazar al lobo, su vida se va derrumbando a medida que se suceden los fracasos en la investigación, lo que lo lleva a una librería gestionada por un expolicía octogenario y frecuentada por un hacker.

La escritora definió su último libro como una mezcla de novela de intriga y genero negro, que aborda los extremos de la maldad absoluta y la arbitrariedad de quienes la ejercen. EFE

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