Guayaquil.- El Museo Municipal de Guayaquil inauguró el jueves 16 de agosto a las 18h00, la exposición «Iluminantes» de la artista neoyorkina de ascendencia cubana y ecuatoriana Gabriela González Dellosso, cuyos temas mezclan figuras narrativas con psicología contemporánea. Actualmente es instructora en «The New York School for the Arts» y en el JCC de Manhattan.
Gabriela es conocida por sus autorretratos de homenaje y pintura narrativa, de los que se ha dicho que toman el giro de Cindy Sherman
Recibió su BFA (Bachillerato en Finas Artes) en The School of Visual Arts, New York. Su trabajo se exhibe en galerías y museos de todo el mundo, sus pinturas están incluidas dentro de las exposiciones permanente de instituciones como The Butler Institute of American Arts, The Polk Museum of Art, sus obras han sido editadas por conocidos medios de publicidad como American Art Collector, ARTnews, The New York Times, entre muchos más.
Ha recibido más de 25 premios en la década pasada, incluyendo medallas de oro. La representa Harmon-Meek Gallery en Naples, Florida.
La poetisa Karina Galvez, quien presentó el evento, explicó que las obras de la artista son de un tamaño gigante por lo que no se las pudo traer a Ecuador, por el alto costo que representaban los seguros de las obras, pero que se logró hacer gigantografìas para poder ver cómo son las pinturas de Gabriela. Ella preparó una colección especial para traerla a Guayaquil llamada «Iluminantes».
La exposición «ILUMINANTES» está compuesta de obras pintadas sobre papel preparado para óleos, tinta y acuarela, con toques de oro (tamaño 14 x18) que contienen, además de la pintura, una poesía de la autora.
En ellas, Gabriela rinde homenaje a grandes artistas mujeres de la historia como a: Sofonisba Anguissola, (Italia, 1532) quien fue pintora de la corte del Rey Felipe II de España y que estudió con Michelangelo; Remedios Varo, (España, 1908) pintora surrealista, escritora y artista gráfica exiliada en México; Rachel Ruysch, (Países Bajos, 1744) pintora especializada en naturalezas muertas, sus pinturas de flores se cotizaban más que las de Rembrandt, Lavinia Fontana, (Italia 1552), considerada una de las artistas más exitosas de su época; Kate Kollwist (Alemania, 1657) quien creaba obras con temas sociales como guerras, hambre y pobreza; Giovanna Garzoni, (Italia 1.600), artista famosa por sus obras botánicas, pintora de los Medici; Anne Vallayer Coster, (Francia, 1744), pintora de naturaleza muerta, admirada por María Antonieta; Amelia Peláez, (Cuba), 1896), pintora de la generaciòn vanguardista y muralista, su obra está en la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York; Artemesia Gentileschi, (Italia, 1593), pintora que trabajaba en el estilo de Caravaggio.
Gabriela afirma que ella quería exponer en Guayaquil. «Yo tengo raíces artísticas aquí y es muy lindo para mí estar aquí. Es interesante este proyecto que yo inventé con poesía y pintura, con diseños como manuscritos iluminados, que ha gustado mucho, y yo no los hubiera hecho sino hubiera sido por esta exhibición, lo pensé como dos años, porque Melvin Hoyos me había propuesto hacer esta exposición hacía dos años y yo pensaba cómo podía hacer, porque yo no quería chequearlas por miedo que me las pierdan. Entonces hice estas obras de un tamaño que entraran en mi maleta de mano».
Melvin Hoyos, director de Cultura del M.I. Municipio de Guayaquil, por su parte, asegura que: «Siempre me encuentro buscando pinturas de artistas que puedan engalanar el Museo Municipal y una vez me topé con una pintura de Gabriela que yo realmente me confundí, yo pensaba que era una pintura de Velázquez. y cuando vi que la autora era una chica joven y veo que era la heredera de un estilo extraordinario, una pintora del claroscuro tan propio de los pintores como Velazques, Rembrandt, esos pintores que hicieron de su arte algo extraordinario y que trascendieron en la historia del Arte Universal, me dije ‘no puede ser posible que alguien esté haciendo esta obra hoy’ , seguí buscando y seguí encontrando la obra de Gabriela y ni se me ocurrió que fuera sobrina de Karina Galvez. No me imagine que estuviera tan cerca, estando tan lejos, y una cosa llevó a la otra, nos contactamos con Gabriela y no lo podía creer cuando vi la inmensa apertura y la enorme generosidad que ella poseía y que dijo: «Yo voy, Melvin». No podía creer que estaba en las puertas de mi oficina, que ésta suerte de reencarnación de los maestros estaba aquí frente a mi y tuve un enorme placer de atenderla, conducirla, mostrarle nuestro modesto museo, lo digo de todo corazón aunque lo amo entrañablemente, un modesto museo para una obra de estas características y ella con la generosidad y sencillez que le caracterizan estaba feliz porque podía exponer en la tierra de sus mayores. Y obviamente estaba feliz yo porque estaba feliz ella e íbamos a tener el placer de ver una obra que no se ve todos los días, sino que es realmente extraordinaria en cualquier parte del mundo donde se vea».
Gabriela dice: «Siempre pienso en mi abuela y en Karina Galvez, mi tia, quienes son poetisas, porque a mí también me gusta mucho la poesía y descubrí que puedo escribirla y se me ocurrió hacer páginas iluminadas como de un manuscrito antiguo, entonces ahí las piezas comenzaron a formarse y se ha hecho un proyecto y yo pienso continuar este proyecto hasta que tenga por lo menos 40 y publicaré mi libro. Hace como 5 años yo fui a una clarividente y ella tú me dijo tú vas a escribir un libro, y yo no tenía planes de escribir, y me dijo ese libro va a ser importante, yo pensé que iba a ser un libro de dibujos, pero yo creo que es esto, porque yo siento que es algo que existe y que tiene sentido y que atrae atención, me ha sorprendido, yo no sabía como iba a salir una cosa así, yo nunca he hecho páginas con poesía y pintura, y salió bien, entonces yo definitivamente pienso que lo voy a continuar y vamos a ver cuantos cuadros hago, gracias Melvin, por la invitación, yo creo que fue el destino, que cruzamos los pasos para que yo escriba esto y que es como una bola de nieve que va creciendo».
(F)
María Rosa Jurado