Lisa Halliday cree «simplista» decir que noveló su relación con Philip Roth

Foto difundida por The New Yorker

Madrid.- (EFE).- La escritora Lisa Halliday reconoce que era inevitable establecer conexiones entre su exitosa novela «Asimetría» y la relación que mantuvo de joven con el novelista Philip Roth, pero cree «simplista» que la gente haya asumido que se trata de una historia real en la que sólo ha cambiado los nombres.

«Asimetría», primera novela de la norteamericana Lisa Halliday, llega a las librerías en español editada por Alfaguara y precedida por el éxito que ha tenido en su país, donde el pasado año recibió el Whiting Award de narrativa.

Halliday asegura en una entrevista con Efe que le «agota un poco» el que la gente hable tanto de la relación que pudo tener con Roth y de cómo los lectores reconocieron determinados detalles en el libro que recordaban al premio príncipe de Asturias de las Letras y eterno candidato al Nobel que falleció el pasado mes de mayo a los 85 años.

«No es una memoria, no es un relato fidedigno de ninguna relación que yo haya tenido sino que es una historia imaginada, que comienza de forma distinta a cualquiera de las que he tenido y prosigue también de una forma diferente», insiste la autora.

Y es que «Asimetría», una novela dividida en tres secciones, cuenta en la primera de las partes, que titula «Insensatez», la historia de Alice, una joven editora estadounidense y su inesperada relación con el famoso escritor Ezra Blazer, mucho mayor que ella.

Según Halliday, había una razón estética para «invitar» a que los lectores pensaran en Roth, como es que el propio escritor jugaba con ideas de ficción y su autobiografía.

A través de este relato y las lecturas que contiene, la escritora explica el proceso de aprendizaje de Alice en una relación que, recalca, es consensuada y en la que cada uno tiene su parte de poder.

«Ambos se benefician de esa relación, a pesar de la diferencia de edad, porque la asimetría está en presente en ésta, al igual que en todas las relaciones», señala Halliday.

La segunda parte de la novela es «Locura», un relato narrado por Amar, un hombre iraquí-estadounidense que es detenido por agentes de inmigración y pasa los últimos días de 2008 en el aeropuerto de Londres sometido a unos interrogatorios que rozan el surrealismo.

En ambas historias Halliday explora los desequilibrios de las relaciones por diferencia de edad, sexo, reconocimiento o raza, aunque la autora cree que no hay que protegerse de la asimetría.

«Hay fluctuaciones y desequilibrios de poder en ambas partes del libro, porque también tiene una asimetría estética», dice Halliday, que propone al lector una «aventura» al introducirse en un texto que no es una narrativa convencional.

En conjunto, considera que su libro es más bien una «narrativa expresionista, o casi cubista. Hay gente que prefiere una narrativa convencional, pero no es lo que yo quiero escribir. Yo quería una novela que aportara algo a la literatura». EFE

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