Alice Waddington dirige la distopía feminista «Paradise Hills»

Milla Jovovich y Emma Roberts en "Paradise Hills".

La cineasta española Alice Waddington estrena este viernes en EE.UU. su película «Paradise Hills», en la que un aparente cuento de hadas se transforma en una distopía feminista sobre la presión de las mujeres por cumplir roles de comportamiento, ideada dos años antes del movimiento #MeToo.

«No esperaba esta repercusión, yo no pude ir a una escuela de cine», recordó Waddington durante una entrevista con Efe sobre la llegada de la cinta al mercado estadounidense, tras ser presentada en el Festival de Sundance y el de Cine de Sitges, con buena recepción entre el público y la prensa.

«Paradise Hills» recrea un universo ficticio en el que existe un internado de lujo donde familias acomodadas mandan a sus hijas para que sean entrenadas y educadas para ser mujeres perfectas, una idea que se ha relacionado con el movimiento #MeToo y la revolución feminista que nació en Hollywood.

«Me parece una referencia justa y necesaria, el movimiento #MeToo es imprescindible, pero ‘Paradise Hills’ comenzó a desarrollarse dos años antes de que estallase dicho movimiento», relató Waddington.

Para la actriz, las conexiones con esa realidad se dieron por las experiencias propias y de sus compañeras.

«Pero eso no es algo nuevo, es algo histórico», indicó la realizadora sobre el argumento de su filme, entre la fantasía y el género de la ciencia-ficción, que comenzó a ver con su familia e impulsó su interés por el cine.

Mientras trabajaba en la película, Waddington «pensó en su yo de 15 años», que veía «El Señor de los Anillos» pero no encontraba narrativas sobre ella.

«Paradise Hills» fue rodada en inglés con un reparto internacional encabezado por Emma Roberts, Danielle MacDonald y Milla Jovovich y con la participación de Nacho Vigalondo en el guion.

La dirección de arte de la cinta ha llamado la atención en los lugares donde se ha proyectado por ser un elemento imprescindible de la trama, en la que los vestidos, corsés, las lujosas habitaciones y las estéticas comidas contienen una segunda cara siniestra y opresora.

«Hay varias capas narrativas que pueden leerse como adicionales al guión», describió la directora, quien puso como ejemplo motivos coloniales en los trajes de los villanos.

El vestuario diseñado por de Alberto Valcárcel para «Paradise Hills» comprende 200 piezas, entre las que destacan también vestidos blancos con corsés que recuerdan a las «camisas de fuerza» de un centro de internamiento y que responden a esa presión por la perfección que pesa sobre la educación de muchas mujeres.

«Al final es una historia sobre libertad y ser uno mismo», expresó Waddington, que hizo referencia a las redes sociales y la tecnología como nuevas armas de doble filo para las jóvenes.

Por su parte, Valcárcel alabó el guion de la directora en una entrevista reciente con Efe en la que habló sobre este llamativo aspecto de la película, cuyos diseños se elaboraron en apenas mes y medio.

«Los buenos vestuarios salen de los guiones bien dirigidos. Y una buena historia es lo más placentero, que tengan un sentido de la estética», declaró el diseñador.

El próximo proyecto de Waddington llegará al gigante Netflix y será la película «Scarlet», en la que además de directora también ejercerá como productora junto a Michael Costigan, quien estuvo en el equipo de cintas exitosas como «Brokeback Mountain» (2005) y «Charlie’s Angels» (2000).

Además, está participando en un proyecto de serie «que es una adaptación de novelas fantásticas» y «espera anunciar antes de fin de año». EFE (I)

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