Final de fútbol apasionante entre Brasil y México

LONDRES — Leandro Damiao, con los dos goles que han cerrado el 3-0 a Corea del Sur en la semifinal, ha guiado a Brasil a una nueva cita con la historia, a la que será su tercera final en el único gran torneo que aún no ha ganado, el de los Juegos Olímpicos.

En la gran final de Wembley Brasil se enfrentará a México, que hoy a Japón por 3-1.

El delantero del Internacional de Porto Alegre, como en cuartos ante Honduras, ha sido el jugador clave en un triunfo de los de Mano Menezes, que, aún con un marcador tan claro, todavía no acaban de convencer con su fútbol.

Si frente a la ‘legión catracha’ ganó tras quedarse en superioridad numérica, hoy una jugada al inicio de la segunda parte, una entrada de Sandro a Bokyung Kim, de ser sancionado, pudo haber cambiado el rumbo del partido.

Pero Brasil aprovecha como nadie sus oportunidades y no ha dejado pasar las que le ha dado hoy el portero coreano en los dos primeros goles. La ‘verdemarelha’, no obstante, casi siempre encuentra algún jugador que le guía y en Gran bretaña está siendo Leandro Damiao, que camina con paso firme a la Bota de Oro.

Mano Menezes presentó de inicio una novedad táctica de relevancia. Dejó de entrada a Hulk en el banquillo y probó con Alex Sandro para potenciar el medio campo formando una especie de ‘trivote’ con Rómulo cayendo algo a la derecha y Sandro en el centro.

Por delante, Oscar y Neymar de media puntas y Leandro Damiao como delantero centro, aunque a veces tapando el juego que la ‘verdeamarelha’ dejaba en el costado derecho.

No le sirvió mucho esa novedad a Brasil en el arranque, ya que Corea le creó tres oportunidades para marcar. La segunda de ellas, una combinación entre Dongwon Ji y Hyunsung Kim, en el minuto 14, que a punto estuvo de rematar el primero. Lo evitó Juan con una acción al límite del reglamento.

Hyunsung Kim ya había puesto en apuros a la defensa sudamericana dos minutos antes y Dongwon Ji disparó fuerte desde lejos dos minutos después de la gran oportunidad coreana.

Se recuperó Brasil y de la mano de Leandro Damiao contó con tres llegadas muy peligrosas en apenas tres minutos, del 13 al 16. Dos de ellas del propio delantero del Internacional de Porto Alegre y la tercera, la segunda por orden cronológico, una vaselina de Alex Sandro tras una pugna de Damiao con el portero que sacó bajo palos, sin excesivos problemas, Younggwon Kim.

Parecía el partido de nuevo igualado cuando llegó el primer tanto brasileño, de Rómulo en una incorporación por e carril del ‘8’ en el que dejó en mal lugar al meta surcoreano, al que le entró el balón por su palo y por debajo de la pierna.

Neymar recogió un balón en la banda, cedió a Óscar y el media punta que acaba de fichar por el Chelsea abrió a Rómulo, que llegaba desde atrás, para que terminase la jugada. Un disparo alto de Dong won Ji dio paso al descanso.

Un acercamiento del inagotable Dongwon Ji y una entrada de Sandro a Bokiung Kim en el área, que no sancionó el árbitro, anunciaron en tres minutos las intenciones de Corea de seguir planteando batalla en un partido en el que no estaba siendo inferior.

Pero los asiáticos claudicaron un poco más tarde ante dos tantos en los minutos 57 y 64 de Leandro Damiao, que con ellos camina imparable a máximo goleador del torneo.

El ‘9’ brasileño primero puso la guinda a una excelente jugada entre Marcelo y Neymar en la que el lateral del Real Madrid dejó pasar el balón entre las piernas de manera genial para que le llegase el balón a Damiao; y después certificó la tercer final brasileña de la historia recogiendo un balón suelto en el área y volviendo a dejar en evidencia al portero coreano.

Con esos dos tantos, Brasil dio finiquitado el choque a la espera de que llegue el sábado y ante México volver a pelear por lo único de enjundia que le falta a su laureada historia: el oro olímpico.

SME

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