Los peores Lakers en dos décadas

El nuevo proyecto de Los Angeles Lakers sigue transmitiendo malas sensaciones tras sumar la pasada madrugada su cuarta derrota en cinco partidos oficiales, en este caso en cancha de Utah Jazz (95-86), lo que ha condenado al equipo californiano al último puesto de la Conferencia Oeste tras completar su peor arranque desde la temporada 1993-94.

Tras superar cómodamente a Detroit Pistons, los Lakers parecían decididos a remontar el vuelo y la visita al EnergySolutions Arena se antojaba como una buena oportunidad, pero volvieron a mostrar una mala imagen. Acertando apenas uno de cada tres lanzamientos a canasta (25/74), los angelinos sumaron una derrota sin paliativos que vuelve a poner el foco sobre el entrenador, Mike Brown.

«Todos estamos frustrados. Yo estoy muy frustrado por el simple hecho de que no jugamos como lo habíamos hablado», lamentó tras el partido el técnico visitante, que tuvo como mejores hombres a Kobe Bryant (29 puntos) y Dwight Howard (19 puntos, 9 rebotes), mientras que Pau Gasol completó un encuentro muy discreto con 5 puntos (2/9 en tiro), 7 rebotes y 2 asistencias.

A Utah, un equipo sin aspiraciones al título que afrontaba el encuentro con idéntica marca negativa que su rival (1-3), le bastó con un buen juego de equipo y acierto en los momentos decisivos para dejar el triunfo en casa. Tras ir por delante en el marcador todo el partido, el equipo de Salt Lake City remató a su rival por medio de Randy Foye, que en el cuarto final encadenó cuatro triples en apenas tres minutos para poner once puntos de renta (79-68) a falta de 6:40.

De nada sirvió la reacción de Kobe Bryant, que se echó el equipo a la espalda y anotó 16 puntos en este último periodo. Pese a su dominio del rebote (48-37), los Lakers se condenaron a sí mismos al fallar 19 lanzamientos triples y 14 tiros libres, reconocible talón de Aquiles del equipo en este inicio de temporada.

De esta forma, el fastuoso proyecto de los Lakers, marcado también por la ausencia del lesionado Steve Nash, sigue muy lejos del nivel que se le presupone, hasta el punto de que es el tercer equipo de la NBA hasta el momento, solo superados por Washington Wizards y Detroit Pistons. Desde 1993, cuando James Worthy aún vestía la camiseta púrpura y oro, no se vivía un inicio tan malo en Los Angeles.

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