El primer clásico de fútbol uruguayo de 2013, cuyo resultado permitirá a Peñarol jugar este sábado ante el argentino Atlético Tucumán la final del principal torneo de verano del país, terminó con un jugador detenido por agredir a un policía y un hincha herido de bala.
El partido de la máxima rivalidad en Uruguay se resolvió con un triunfo por la mínima de Peñarol (1-0) gracias a un gol de su estrella, el veterano delantero Marcelo Zalayeta, pero será recordado sobre todo por los incidentes antes y después del encuentro.
A pocos minutos del inicio de la contienda, un enfrentamiento en en Montevideo lejos del estadio Centenario, donde se jugó el partido, entre dos grupos de aficionados de Nacional y Peñarol terminó con un joven de 20 años en el hospital, después de recibir un disparo en el tórax.
Al final del choque, que tuvo la emoción característica de cualquier clásico aunque no mucho juego, varios jugadores de Nacional se encararon con el colegiado y en medio de la discusión el portero Jorge Bava, de 31 años, le propinó un puñetazo a uno de los antidisturbios que protegía a la terna arbitral.
Como consecuencia de la agresión, Bava pasó la noche en una comisaría de la capital uruguaya y está previsto que declare este jueves ante la justicia.
En la primera semifinal, disputada el miércoles justo antes del Peñarol-Nacional, el Atlético Tucumán de la segunda división argentina se impuso por sorpresa al Atlético de Rafaela de la primera división de ese país por 1-0.
Los tucumanos se mostraron superiores a los de Rafaela en la primera mitad pero no pudieron abrir el marcador hasta los primeros minutos del segundo tiempo, gracias a una buena jugada colectiva culminada por César Montiglio.
A partir de ahí, el Atlético Rafaela subió el ritmo de juego y trató de darle la vuelta al partido, pero se encontró con un rival que se defendió bien y que tampoco renunció al ataque.