Aunque Ferrari se mantuvo en la pelea por el Campeonato de Pilotos de la Fórmula Uno de 2012, la realidad es que su monoplaza de la temporada pasada quedó a deber. Este año, los de Maranello no pueden permitirse ser el ‘segundón’ del serial.
Y es que de la Scuderia no se puede esperar otra cosa más que los campeonatos de la F1. Ser contendiente es una obligación para un equipo de su categoría, y más cuando en su alineación cuenta con el mejor piloto de la parrilla de salida: Fernando Alonso.
Tras haber alargado la pelea por el título de pilotos hasta el último Gran Premio de la temporada pasada, Alonso merece tener un auto más rápido; uno que lo lleve a ganar más que las tres carreras de 2012.
Si la Scuderia terminó en 2012 en el segundo lugar de los Campeonatos de Constructores y de Pilotos fue, en gran medida, gracias al excepcional trabajo de Alonso en cada uno de los Grandes Premios.
Pese a lo limitado del F2012, Fernando exprimió lo mejor de él, fue líder de la clasificación y en la recta final de la temporada perdió el primer lugar ante la recuperación del RB8 del alemán Sebastian Vettel.
El español terminó segundo en el Campeonato, a sólo tres puntos del ahora tricampeón de F1, Vettel. Ferrari está en deuda con su piloto estrella y espera que el F138 sea el auto que le permita recuperar las coronas de la categoría.
Para la temporada que inicia el domingo, con el Gran Premio de Australia, Ferrari debe buscar desde el principio imponer sus condiciones y tomar ventaja en la búsqueda por el título de constructores, que obtuvo por última vez en 2008.
Contrario a lo que ocurrió el año pasado, la Scuderia llega a Melbourne con buenos augurios. Por una parte, Alonso, después de la pretemporada, se mostró satisfecho con el F138, al que consideró mejor y más rápido que el F2012.
En tanto, Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, aseguró que el objetivo para los primeros Grandes Premios es colocarse en el Top 3.
Los italianos están listos para enfrentar la que debe ser su temporada de ensueño: recuperar los títulos y llevar a Fernando Alonso a sumar su tercera corona de F1, en su cuarta temporada con Ferrari.