Barcelona busca el milagro de la mano de Messi

BARCELONA, España (AP) — Las gradas del Camp Nou lucirán este miércoles el tercer mosaico de la temporada cuando el Barcelona reciba al Bayern Munich por la vuelta de semifinales de la Liga de Campeones, y con la inclinada tarea de remontar el 4-0 infligido por el conjunto alemán en la ida.

«Barsa, orgullo, Barsa» será el lema bajo el que se agrupen los cerca de 90.000 aficionados azulgranas que acudan al estadio si, como espera el club cuatro veces campeón de Europa, responden al llamado del plantel para apoyarle en el intento de tamaña gesta.

El Bayern, a las puertas de su tercera final en cuatro años y segunda consecutiva, no levanta la copa desde 2001, pero exhibió temible pegada en la ida y ostenta el mismo número de coronas continentales que los blaugranas.

El conjunto bávaro marcha en gran forma en la actual temporada, coronado campeón de la pujante Bundesliga, donde destronó con amplio margen al Borussia Dortmund, el otro semifinalista que el martes enfrenta al Real Madrid, también con sustancial ventaja de la ida: 4-1.

Así, la final del 25 de mayo en Wembley pasó en espacio de 24 horas de anticiparse una cita entre los todopoderosos equipos españoles, a vislumbrarse escenario, quizás, de un nuevo orden futbolístico, donde los clubes alemanes ganen terreno sobre las otras grandes ligas europeas.

«El Barcelona en el Camp Nou es capaz de grandes cosas, pero mi equipo intentará jugar como en Munich: al ataque», avanzó el técnico del Bayern, Jupp Heynckes.

El Barsa sólo ha mantenido invicto su arco en nueve ocasiones en liga, donde lleva 35 encajados, y ha recibido 14 en sus 11 cotejos europeos, un mal augurio ya que un gol alemán complicaría aún más una remontada que ya luce casi imposible.

«Hemos de corregir eso, ser nosotros mismos y jugar a fútbol, no solo pensar en marcar goles. (Lionel) Messi tendrá cosas que decir, pero tampoco le podemos traspasar toda la presión. Si nos eliminan, que sea con la cabeza bien alta», zanjó el técnico blaugrana, Tito Vilanova.

El Bayern tiene el paso más claro a la final por resultado, pero 90 minutos de un Barsa que ha marcado época pueden hacerse muy largos en el Camp Nou. Sobre todo si, como explicaba el mexicano Rafa Márquez a Catalunya Radio, «el Barsa marca primero y rápido, lo que metería mucha presión al Bayern». El ex defensa azulgrana, hoy del club León mexicano, sabe lo que es endosarle un 4-0 al cuadro bávaro, resultado que logró en 2009, y considera que «si un equipo es capaz de remontar, ese es el Barsa. Tiene a Messi, el mejor del mundo, y una ofensiva poderosa».

El estado de forma del astro argentino es la gran esperanza y preocupación en el bando «culé» tras su mal partido en Munich, atribuido a las secuelas físicas que le dejó el anterior cruce con el Paris Saint Germain.

Pero «La Pulga» pareció libre de molestas el pasado sábado por la 33ra fecha de liga, cuando ingresó de suplente, marcó un golazo y asistió en otro antes de que el Athletic de Bilbao nivelara en la agonía, retrasando al menos una semana más la celebración del 22do campeonato del Barsa.

Del mismo modo que se resisten a festejar el título antes de que la matemática lo permita, ni Messi ni Vilanova, reaparecido el pasado viernes en rueda de prensa tras su tratamiento contra el cáncer, están dispuestos a descartar la conquista de la Champions hasta que la eliminación se consuma definitivamente.

«No me apetece tirar la toalla», espetó Vilanova, mientras el centrocampista del Bayern, Bastian Schweinsteiger, declaró el martes que «solo hay dos equipos capaces de remontar un resultado así: el Barsa y el Bayern».

El central del Barsa, Gerard Piqué, siguió la línea trazada por su entrenador: «Lucharemos hasta el final. Mañana es un día para volver a ser niño y creer. Habrá que marcar primero, tener suerte y que el juego pase mucho por Messi», consideró.

El sueño de regresar a Wembley, donde los azulgranas lograron su primera Copa de Europa en 1992 y repitieron en 2011, alimenta el sueño del milagro barcelonista, pese a que las numerosas bajas en defensa y el amplio potencial del Bayern sitúen al equipo de Heynckes como claro favorito.

El técnico alemán, que la temporada que viene será relevado precisamente por el anterior entrenador azulgrana, Pep Guardiola, ya sabe los que es levantar el máximo trofeo continental, pues se coronó campeón con el Real Madrid en 1999.

El Bayern aspira a exorcizar sus propios demonios en el Camp Nou, donde se le escapó el título de 1999 al recibir dos goles del Manchester United en los últimos minutos.

Además de las ausencias del lesionado Carles Puyol, el argentino Javier Mascherano y el sancionado Jordi Alba, Vilanova tiene en duda al mediocampista Sergio Busquets. El Barsa, que disputa su sexta semifinal consecutiva, necesita cuatro goles para igualar la eliminatoria y cinco para superarla, siempre y cuando no reciba un gol en contra que obligaría a un sexto tanto por el valor doble de las dianas visitantes.

Y el Bayern se ha mostrado tan poderoso en ataque, con 21 goles anotados en sus últimos cinco partidos, como fiable en defensa, pues solo ha encajado tres fuera de casa en el torneo doméstico y ocho en el global la Champions.

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