Tono carnavalesco en apertura de la Copa Confederaciones

BRASILIA (AP) — Una fiesta en tono carnavalesco rindió tributo el sábado a la cultura de los ocho países participantes de la Copa de las Confederaciones, en una ceremonia inaugural previa al partido inicial del torneo entre Brasil y Japón.

La ceremonia, de unos 20 minutos de duración, fue un mosaico de imágenes, colores y música de las seis ciudades brasileñas que recibirán el torneo y las selecciones clasificadas en representación de las confederaciones que integran la FIFA: España, Italia, México, Nigeria, Tahití y Uruguay, además de Brasil y Japón.

Centenares de figurantes vestidos enteramente de verde entraron al campo del Estadio Nacional Mané Garrincha, de Brasilia, donde utilizaron figuras en forma de bolas de fútbol para formar expresiones como «Bienvenidos» y «Brasil 2013».

En seguida, otro grupo entró con recortes de tela que al unirse formaban el mapa de Brasil, cubierta de imágenes alusivas a las seis ciudades sede, como el Elevador Lacerda de Salvador, la Iglesia de Pampulha en Belo Horizonte y el monumento a los Dos Candangos de Brasilia.

Bailarines con banderas de los países participantes del torneo de Brasilia hicieron su entrada acompañados de grupos de danza con trajes típicos, quienes formaron un círculo y se turnaron en el centro para ejecutar bailes de cada país, como el candombe uruguayo y el flamenco español.

La ceremonia cerró con figurantes disfrazados de árbol que al unirse formaron un bosque del que brotó un campo de fútbol con todo y jugadores, que pusieron al público a conmemorar el momento culminante de todo partido, el gol.

La fiesta en el estadio fue acompañada por aficionados congregados en la Esplanada de los Ministerios por ocho pantallas gigantes instaladas para que el público pudiera seguir el partido inaugural, entre Brasil y Japón.

En las afueras del estadio, unos 500 manifestantes se congregaron en una protesta por los gastos incurridos para construir el estadio, valorado en 600 millones de dólares, y apoyar protestas realizadas en las ciudades de Sao Paulo y Rio de Janeiro contra el aumento en los pasajes de bus.

La policía local utilizó gas lacrimógeno y balas de caucho para dispersar a los manifestantes que intentaron ingresar al estadio donde iba a realizar el partido inaugural.

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