Británicos enloquecidos con Murray

LONDRES (AP) — Los británicos se sacaron tremenda espina de la garganta cuando Andy Murray les dio su primer título de Wimbledon en 77 años, a juzgar por el frenesí que desató la victoria del escocés.

«Luego de 77 años, se acabó la espera», dice este lunes un gran titular del Daily Telegraph al informar sobre el triunfo de Murray contra Novak Djokovic en sets corridos en la final del domingo.

Murray es el primer británico que gana el título masculino de Wimbledon desde que Fred Perry lo conquistó en 1936.

El triunfo es de una magnitud tal para los británicos que algunos ya están hablando de darle el título de Caballero a Murray.

«Levántate, sir Andrew, caballero del santo grial», dice The Times. «De una manera imposible, de esueño, increíble y sin embargo hasta fácil, casi inevitable, Andy Murray ganó la final de Wimbledon».

Murray superó a Djokovic 6-4, 7-5, 6-4 en un día cálido, imponiendo su estilo defensivo ante un rival conocido también por su gran defensa.

El primer ministro David Cameron pareció sumarse a quienes verían con buenos ojos que se lo nombrase caballero, como a otras figuras ilustres del deporte británico, incluidos el golfista Nick Faldo y los atletas Roger Bannister y Kelly Holmes.

«No puedo pensar en nadie que se lo merezca más», expresó Cameron.

La victoria de Murray acaparó las primeras planas de los diarios el lunes.

«La historia en sus manos», proclamó un titular del Daily Mirror. «Murray Mágico», dijo el Daily Express.

The Guardian se limitó a publicar en la primera plana una foto enorme de Murray besando la copa, con la palabra «Campeón» abajo de todo.

Desde hace varias generaciones que los británicos esperan por alguien que gane Wimbledon. Virginia Wade triunfó en la rama femenina en 1977, pero ningún hombre lo hacía desde Perry. Y las expectativas aumentaron a fines de los 90 principios del 2000, en que Tim Henman llegó cuatro veces a las semifinales.

Henman, no obstante, nunca jugó una final.

Cuando Murray apareció en el horizonte, fue considerado la nueva gran esperanza.

Llegó tres veces seguidas a las semifinales y en el 2012 jugó la final, perdiendo con Roger Federer.

Esa derrota, no obstante, probablemente haya tenido un impacto positivo.

Semanas después Murray capturó el oro olímpico, derrotando al propio Federer en el mismo césped de Wimbledon, y acto seguido doblegó a Djokovic en la final del US Open. Ese fue su primer título de grand slam y el primero de un británico desde que Perry se alzó con lo que por entonces se llamaba Campeonato Estadounidense en 1936, el mismo año en que se llevó el tercero de tres torneos de Wimbledon seguidos.

Esta vez, nuevamente en la final, Murray no dejó escapar la ocasión.

«Al final de cuentas, en la Cancha Central bañada por el sol y con un público entregado, dio la sensación de que la espera valió la pena», afirmó The Guardian. «Es un logro enorme del muchacho de Dunblane, dado el peso no solo de la historia y del romance folclórico anual de Wimbledon, sino del hecho de que compite en uno de los grandes períodos del tenis masculino de elite».

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