BUENOS AIRES (AP) — El fisco argentino dijo que hay maniobras fraudulentas en unas 150 operaciones de compra y venta de futbolistas al exterior y entre clubes locales, en una nuevo problema para el balompié argentino cuyo torneo empieza este viernes en un contexto de violencia por lo que sólo los socios de los anfitriones podrán entrar a los estadios.
El titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), Ricardo Echegaray, puso entre varios ejemplos los pases de Fernando Gago, transferido del Valencia español a Boca Juniors, y del colombiano Teófilo Gutiérrez, vendido por el Cruz Azul mexicano a River Plate.
El técnico de River, Ramón Díaz, dijo el viernes que «Teo» Gutiérrez estará ausente en la primera fecha del torneo Inicial porque «está solucionando unos papeles para tener todo en regla» y que lo habiliten para jugar, pero no relacionó la situación del colombiano con la denuncia de la AFIP.
«Después estará con nosotros sin ningún problema», dijo Díaz, quien un día antes de las expresiones de Echegaray había anunciado que el colombiano no jugaba.
Echegaray destacó en reunión de prensa la noche del jueves que a la AFIP le informaron apenas de 14 de 61 operaciones con clubes del exterior durante el mercado de pases, y que 104 sobre un total de 144 pases entre clubes locales no cumplieron con las reglamentaciones impositivas.
«Van a desfilar por los tribunales (judiciales) por evasión fiscal o lavado de dinero», señaló el funcionario en alusión a los dirigentes de los clubes que no arreglen su situación con el fisco.
Echegaray indicó que dos de los casos emblemáticos fueron el pase del goleador Emmanuel Gigliotti a Boca, y la venta del artillero del campeón Newell’s Old Boys, Ignacio Scocco, al Inter de Brasil.
Sobre Gigliotti, destacó que «un día aparece con el 50 por ciento de su pase en manos del equipo Fénix de Uruguay, y el 50 restante en mano del Novara (de Italia). Y de un día para el otro, nos dicen que el Novara es el dueño de la totalidad del pase, y nos quieren engañar con papelitos para convencernos».
Sobre Scocco, indicó que Newell’s «pide divisas para el club Al Ain de Emiratos Árabes (2.376.000 dólares) por el pase, cuando ya sabemos -por el intercambio de información con Brasil- que fue transferido al Inter de Porto Alegre».
La triangulación de clubes es un artilugio que suelen utilizar grupos inversores para vulnerar una regla de la FIFA que les prohíbe tener la propiedad de jugadores. Al parecer también para evadir impuestos.
«Basta muchachos. La AFIP ha tomado la decisión de marcar en serio la cancha», dijo Echegaray, quien hace un año fue a la carga con denuncias similares que no alteraron el desarrollo del campeonato. Pero dos jugadores, el defensor Jonathan Bottinelli, en ese entonces en River, y el volante Ignacio Piatti, en San Lorenzo, fueron inhabilitados por pedido de la AFIP para jugar el entonces llamado torneo Apertura (ahora Inicial) hasta que aclararon su situación.
Echegaray anunció entonces que sobre un total de 210 agentes de jugadores inscritos en la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), la AFIP dio de baja a 146 porque tendrían una situación fiscal irregular con la compra y venta de jugadores.
Ante un llamado de The Associated Press, la AFA declinó hablar sobre las nuevas denuncias de la AFIP.
River, Boca y Lanús, involucrado por la AFIP en el pase de Guido Pizarro a Tigres de México, tampoco respondieron ante llamados similares.
Según el diario La Nación, en la AFA «se analiza inhabilitar a los futbolistas que no tengan sus papeles en regla».
El torneo Inicial, que arranca el viernes con los partidos Godoy Cruz-Argentinos Juniors y Arsenal-Estudiantes, se jugará en sus dos primeras fechas sólo con la presencia de socios de los clubes locales para frenar una ola de violencia en las canchas.
El último episodio grave, que derivó en esa medida, murieron dos hinchas de Boca y seis resultaron heridos en un choque a balazos y con armas blancas en una pelea interna de sus barrabravas antes de un amistoso con San Lorenzo el 21 de julio.
Seis personas murieron en lo que va del año dentro o fuera de las canchas por la violencia y unas 300 en más de ocho décadas.