NUEVA YORK (AP) — Casi sin falta, Serena Williams tiene que responder a preguntas sobre si jugar dobles con su hermana Venus en los Grand Slam es un estorbo dentro de su empeño por seguir ganando campeonatos de individuales.
La número uno del mundo sostiene que participar en el torneo de dobles le permite mantenerse afilada dentro de su empeño por ganar una quinta corona en el Abierto de Estados Unidos y el 17mo cetro en las grandes citas del tenis.
Williams, quien el viernes se medirá con la china Li Na en las semifinales, arrasó en sus cinco partidos previos, promediando 1 hora y 8 minutos en cancha.
Cuatro de los 10 sets que ha ganado los sentenció con el humillante 6-0.
La impresión generaliza es que Williams está muy por encima del resto, como lo comprobó la española Carla Suárez Navarro al sufrir el martes un doble 6-0 ante la estadounidense de 31 años en los cuartos de final.
Crédito a Suárez Navarro por tomarse con humor la paliza que recibió en apenas 52 minutos de trámite: «El partido fue más largo porque hay tele y te tienes que quedar sentada hasta que digan ‘time’ (tiempo). Sin eso, el partido hubiese durado 10 minutos menos», bromeó.
Para mantenerse en forma, Serena ha aprovechado los partidos de dobles junto a Venus y el jueves lograron avanzar a las semifinales con una victoria 6-3, 6-1 sobre las italianas Roberta Vinci y Sara Errani, las defensoras del título. Ahora, las Williams están a dos victorias de conseguir su 14to Slam como parte de un binomio.
Williams ha ganado tres de los últimos cinco grandes disputados, además de la medalla olímpica de oro en los Juegos de Londres.
«No creo que he alcanzado mi techo aquí», dijo Williams. «Confío que tengo un buen margen para seguir creciendo».
Li es consciente del desafío que implica enfrentar a alguien contra quien tiene un desigual saldo de ocho derrotas en nueve partidos.
Pero la china dice que el peor error que podría cometer sería darse por vencida antes del primer peloteo.
«Si te desvives pensando en lo que hace tu rival, pues tienes el partido perdido desde antes de pisar la cancha», dijo Li.
Tres de las semifinalistas tienen 31 años: Serena, Li y la italiana Flavia Pennetta. Es apenas la segunda vez que tres de las cuatro mejores en un Grand Slam superan los 30, emulando a Martina Navratilova, Gigi Fernández y Lori McNeil en Wimbledon 1994.
La precoz del cuarteto es Victoria Azarenka, la bielorrusa de 24 años que a comienzos de temporada revalidó su corona en el Abierto de Australia.
«Soy una bebita, ¿qué más puedo decir», dijo Azarenka, quien disputará su tercera semifinal de Grand Slam esta temporada.
Más allá de eso, Azarenka es tal vez la única que puede presumir de tener el antídoto para contener a Serena.
La final del año pasado en Flushing Meadows es un buen ejemplo, en el que Serena debió emplearse a fondo para imponerse en tres sets. El último se sentenció con un vibrante 7-5. Y dos de las cuatro derrotas en 69 partidos que ha sufrido la campeona vigente este año han sido a manos de Azarenka, incluyendo la del mes pasado en la final de Cincinnati.
Pero Azarenka deberá primero lidiar con Pennetta, quien hace un año dudaba si volvería a jugar tras operarse la muñeca derecha. Ahora, en su 41era participación en un Slam, disputa su primera semifinal.
