El equipo “Atunero” tuvo que insistir y esforzarse para igualar con un Olmedo que se atrincheró con orden y supo salir de su campo con eficiencia. El gol de Christian Márquez cambió la historia de un partido que llegó al empate con constancia y por justicia.
El partido fue deslucido para ambas escuadras. Manta tomaba la iniciativa del encuentro buscando constantemente a Jorge Palacios y Alberto Gómez en posiciones de avanzada para quedar mano a mano con la defensa riobambeña que cometió varios gruesos errores que el guardameta Robinson Sánchez supo cubrir.
Olmedo, por su parte, salió con pachorra a la cancha del Jocay. El equipo de Perrone fue más especulación por algún pelotazo frontal salido de su defensa, que el plantel que explota continuamente a Romario Caicedo y Jacob Murillo por las orillas.
Así, con una pelota larguísima desde campo propio, fue que llegó el gol riobambeño. A esto hay que sumarle una inocentada entre Santiago Calle y Ronny Santos que se confundieron mutuamente regalándole campo para la carrera del charrúa Christian Palacios que no tuvo contemplaciones ante la salida del portero Camacho. Uno a cero para la visita y el pragmatismo le sacaba ventaja a la insistencia.
Tras el complemento las cosas cambiaron rotundamente. Los locales agarraron la pelota con autoridad y emprendieron el operativo para conseguir el empate. Grbec y Márquez saltaron desde el banco para aportarle explosividad al ataque mantense.
Fue precisamente Christian Márquez quien, a los 81 minutos, logró batir la portería defendida por Robinson Sánchez. En el camino del balón hacia al fondo del marco, el defensor Mariano Mina roza la pelota y termina asegurando el destino de gol de la jugada. Uno a uno y con sufrimiento, una igualdad que costó muchísimo en un partido parejo y con fricción al máximo.