Barcelona gana 2-1 al Cuenca

Barcelona sigue jugando mal. El equipo de Ischia la pasó mal ante un ordenado Deportivo Cuenca que espera por la llegada de Guillermo Duró para ocupar el banquillo y pegar el golpe de timón a esta situación. Un penal de Oyola en el último minuto consumó la remontada del ídolo.

El partido arrancó lento y hasta aburrido. Barcelona era tibio y hasta displicente ante un Deportivo Cuenca que esperó hasta pegar el primer zarpazo. Cerca del primer cuarto de hora, Juan Manuel Cobelli apareció cómodo y a sus anchas para levantar un centro que conectó sin apuros Rolando Johnson por el segundo palo para abrir el marcador y bañar de sorpresa al Monumental.

A medida que pasaban los minutos se acababa la paciencia del aficionado amarillo que veía como las variantes en ofensiva no eran la respuesta. Una figura, al final eclipsada, fue la del portero Hamilton Piedra que aguantó como pudo cuanto pelotazo fue enviado a su portería. Bien parado el portero cuencano, dejó en nada el ímpetu de los Pinilla y Esterilla que fueron deshojando margaritas hasta el final del match.

Cuando el partido se moría, Stalin Motta metió una de sus pocas pelotas claras del partido y permitió la llegada de Luis Checa que cruzó la pierna y el remate para batir a Piedra que no podía creer cómo, a tan poco del final, se les iba los tres puntos. Y bueno, el portero morlaco la creía menos cuando en los descuentos Stalin Motta era derribado en el área y propició que Matías Oyola lo fusile desde los doce pasos a un suspiro del final del partido. Barcelona ganó pero no convence, el equipo de Ischia parece falto de trabajo y entendimiento.

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