Guayaquil, 30 de julio.- La defensa chulla estaba abierta. El equipo de la Plaza del Teatro apenas y logró salir del asombro. Emelec tejía buenas llegadas. La velocidad de los dirigidos por Quinteros fue ejemplar. Todo el mundo sabía que era una definición. Un partido que rebasaba la frontera de lo trivial. En juego estaba la Final de Campeonato Nacional, la clasificación a Copa Libertadores del próximo año y también a la Copa Sudamericana. Un negocio redondo.
La primera se caída de madura. Apenas 14 minutos y Luis Miguel Escalada aprovechó los espacios que dejó la zaga azulgrana para recibir un enlace de Ángel Mena y definir a placer para el 1 a 0 en el Capwell. Los eléctricos se abocaban al ataque. La decisión era explícita. Emelec tuvo iniciativa y timming. Bolaños y Mondaini tatuaron con diagonales el área del Deportivo Quito.
Los azules se sentían superiores. El Quito tiraba contraataques desmedidos, inoportunos. La pelota se quedaba trastrabillada. Cristian Lara y Carlos Feraud no eran esos revulsivos que necesitaban los chullas. En medio de esa incertidumbre llegó el segundo. Ahora la fórmula fue inversa. Luis Miguel Escalada se paró desde el costado zurdo del área y le dejó a Ángel Mena clarísimo para pegarle de derecha sin fuerza pero bien colocado para aumentar la ventaja en el Capwell.
El primer tiempo terminó con la misma tónica. Deportivo Quito llegaba a los empellones ante un Emelec muy seguro de sus fórmulas. Los dirigidos por Gustavo Quinteros fueron casi impecables. El poderío de los eléctricos se demostró de punta a punta.
Tras el descanso, Emelec siguió teniendo la voz cantante. Los azules demostraron ser eficientes a un toque. Simplicidad, el éxito del equipo de Quinteros. Gregory González salió expulsado tras una violenta falta y complicó aún más las posibilidades de Deportivo Quito. Luego también se vino el debut tan esperado de Mauro Fernández con la casaca eléctrica.
Escalada y Mondaini tuvieron un gol por cabeza al menos. La dupla argentina sorprendió con recurrencia por las orillas de la defensa de un pálido Deportivo Quito. Sin pulmones los chullas. Las chances eran predecibles, la retaguardia de Emelec no tuvo mayores problemas para alejar el balón cada que se los exigieron. Quinteros no apresuró, mantuvo la estructura en cancha. Emelec se sentía cómodo con la ventaja. No hubo apuros ni alteraciones, los eléctricos fueron poco a poco desarticulando las intenciones del rival.
El partido terminó sin alteraciones de ningún tipo. Emelec se relajó y avanzaba con el freno de mano puesto. El 2 a 0 ya era un buen colchón para avanzar a placer. Deportivo Quito delató sus carencias. Se desgastaron los generadores chullas en un vaivén poco efectivo. Los azules marcaron el ingreso de Emanuel Herrera. La intención de Quinteros era someter a los azulgranas y no permitir sorpresas. Marcos Mondaini tuvo el tanto de la tranquilidad, el “Diablo” definió con clase y no pudo terminar bien la jugada.
Al final, los eléctricos lo lograron. Emelec es finalista de nuestro fútbol y en diciembre podrán pelear por el bicampeonato. El equipo de Quinteros es una tromba, son los mejores del país y no caben dudas. Ecuador sigue siendo azul.