Argentina: Boca se hunde y River vuela

El técnico de Boca Juniors, Carlos Bianchi, gesticula tras perder 3-1 ante Lanús en el campeonato argentino el 11 de mayo de 2014 en Buenos Aires. (AP Photo/Natacha Pisarenko, File)

BUENOS AIRES (AP) — Tras haber hecho volar a Boca Juniors por las más altas cordilleras, el técnico Carlos Bianchi no lo puede ahora mover del piso.

Ver a su archienemigo como sufre en el torneo argentino multiplica la felicidad del campeón River Plate, que con su entrenador Marcelo Gallardo despliega un juego que cautiva a sus hinchas y que lo tiene bien arriba en la tabla.

Otrora garantía de eficacia, a Bianchi le urgen los triunfos, mientras Gallardo tiene crédito de sobra en un River en el que de a poco está haciendo olvidar a su exitoso antecesor Ramón Díaz.

La situación de Boca es muy crítica: cosechó apenas tres puntos sobre 12 posibles, con una victoria y tres derrotas. River, en cambio, embolsó 10 unidades con tres éxitos y un empate, y su atacante colombiano Teófilo Gutiérrez es el máximo artillero del certamen con cinco goles, el último de ellos el miércoles en el triunfo 3-0 sobre Defensa y Justicia, cuando el uruguayo Carlos Sánchez firmó un doblete.

Si Boca no está en llamas es porque su técnico es Bianchi, muy respetado por ser el conductor más ganador en la historia del club. Pero el fósforo cada vez se acerca más al combustible.

Con 19 meses en el cargo en su tercer ciclo, Bianchi no ganó ni uno de los cinco torneos que jugó Boca y todos con números muy flojos: 74 partidos con 26 triunfos e igual cantidad de derrotas, la última de ellas la noche del miércoles 3-1 en su visita a Estudiantes, además de dos seguidas en su otrora inexpugnable estadio La Bombonera.

El mal presente del equipo generó una reunión el jueves temprano entre Bianchi y dirigentes de Boca encabezados por su presidente Daniel Angelici.

«Me reuní con el presidente, sigo siendo el entrenador, a la tarde voy a dirigir la práctica y el domingo saldré a dirigir el equipo ante Vélez. Eso es lo que determinamos en la reunión», dijo Bianchi al diario Clarín luego del encuentro.

A cualquier otro técnico, Boca lo hubiese despedido hace tiempo. Pero Bianchi recibe toda la paciencia del mundo, por los imborrables recuerdos que dejó en sus dos anteriores ciclos con nueve títulos, cuatro locales y cinco internacionales que incluyen tres copas Libertadores y dos Intercontinentales (2000 y 2003), antecesora del Mundial de clubes.

Pero la paciencia en Boca se está colmando, en medio de firmes versiones que el futuro de Bianchi estaría atado a los resultados de los dos próximos partidos, el domingo ante Vélez Sarsfield y el jueves con Rosario Central por la Copa Sudamericana.

«Sé lo que tengo que hacer, no renuncio», declaró Bianchi tras la derrota ante Estudiantes. «Estoy pensando en el partido del domingo en trabajar mañana a la tarde (este jueves a puertas cerradas) y en dirigir».

La dirigencia de Boca se muestra cauta con respecto al futuro de Bianchi. Ni una sola crítica, mientras la hinchada ni siquiera murmura su descontento con el timonel y tampoco se acuerda del ídolo Juan Román Riquelme, quien en la antesala del torneo no renovó su contrato y se fue a jugar a la segunda división con Argentinos Juniors.

«Sáquense la camiseta y dénsela a la hinchada que juega mejor», cantó a coro un sector de hinchas en la goleada 3-0 que sufrió Boca el domingo ante Rafaela, la última vez que el equipo se presentó en la Bombonera.

«A ver, a ver los jugadores si pueden oír, la camiseta de Boca, ganar o morir», fue otra melodía que sonó en ese teatro.

Si la dirigencia y la hinchada por ahora ignoran a Bianchi, quien mejor que Diego Armando Maradona para recordarlo.

«Sería bueno que Bianchi le haga un bien a Boca y de un paso al costado, creo que ya cumplió un ciclo», destacó Maradona. «El equipo juega muy mal, que se fumen a Bianchi los que lo querían», agregó el ex técnico de Argentina, quien no oculta sus deseos de dirigir a Boca, equipo con el que en 1981 ganó su único título como jugador en su país.

Boca recibirá a Vélez, en lo que podría ser un domingo memorable si el equipo de Bianchi pierde su tercer partido al hilo en la Bombonera.

River visitará ese mismo día a San Lorenzo, flamante campeón de la Copa Libertadores de 2014.

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