Roma pide que club holandés pague destrozos de sus hinchas

BVotellas y latas de cerveza flotan en el agua mientras los aficionados del Feyenoord causan alboroto cerca de la fuente "Barcaccia" creada por Pietro Bernini y su hijo Gian Lorenzo en 1627, en la plaza de España, en eRoma, antes del partido de Europa League entre la Roma y el Feyenoord, el 19 de febrero de 2015. (AP Foto/Gregorio Borgia)

ROMA (AP) — El alcalde de Roma, Ignazio Marino, pidió el viernes que el Feyenoord o el estado holandés paguen los daños causados en la ciudad después de que los hinchas del club arrasaran la famosa Plaza de España.

«El que rompe debe pagar. Alguien tiene que aceptar la responsabilidad, ya sea el club de fútbol u Holanda», dijo Marino a la cadena estatal de televisión RAI.

El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, dijo que las autoridades deberían imponer duras sanciones a los hinchas violentos.

«Necesitamos una dura estrategia para que la justicia se imponga, y también porque el deporte no debe verse perjudicado por la violencia de los barrasbravas», afirmó Timmermans, un holandés que dijo considerar Roma como su «segundo hogar».

El vicepresidente tachó el comportamiento de los revoltosos como «un signo de barbarie y brutalidad».

La plaza y su emblemática escalera quedaron cubiertas de botellas de cerveza y otros desperdicios, mientras que la recién restaurada fuente Barcaccia , una obra maestra de Bernini, resultó dañada en los enfrentamientos registrados antes del partido del jueves por la Liga Europa en Roma, que terminó con un empate 1-1. Varios agentes de policía resultaron heridos y al menos seis seguidores del Feyenoord fueron detenidos, según medios italianos.

El miércoles, 23 aficionados del Feyenoord fueron detenidos tras causar problemas en otra zona céntrica.

«Fue una guerra urbana», afirmó Marino.

El alcalde señaló que la situación del jueves demostró que la capital italiana no está preparada para enfrentar la posibilidad de un ataque terrorista.

La preocupación por la seguridad en las capitales europeas ha aumentado tras los ataques terroristas en París el mes pasado, otros atentados recientes en Copenhague, y la creciente violencia en el Medio Oriente, especialmente en Libia, que ha provocado una ola de migrantes que intentan llegar a Italia en botes.

«Ayer quedó en evidencia que no es seguro», indicó Marino, en respuesta a una pregunta sobre las conclusiones que saca de los incidentes del jueves sobre la preparación de Roma para enfrentar un posible ataque terrorista. «Es inaceptable que vengan a una ciudad para un partido de fútbol y luego destruyan un monumento de 400 años de antigüedad».

La fuente fue restaurada a un costo de 200.000 euros (227.000 dólares).

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