En el estadio «Chucho» Benítez, Emelec empató 0-0 con Juventud de las Piedras de Uruguay por la segunda ronda de la Copa Sudamericana.
Guayaquil (API).- Un primer tiempo sin mucha precisión. Emelec intentando armar su típico desborde por las bandas con un Robert Burbano picante y Fernando Giménez siempre oportuno. Los uruguayo se la jugaron por la presión y las salidas rápidas frontales en busca de los pesados Alonso y Puerari que causaron más de un dolor de cabeza.
Escalada y Bolaños tuvieron las más claras en la primera parte para el Bombillo. La defensa uruguaya estuvo siempre presta para cerrar caminos y anticipar a los ofensivos eléctricos que no encontraron ningún claro.
Burbano tuvo la más clara justo antes del descanso. Escapada voraz del lateral eléctrico que dejó pagando a su marcador y uno de los centrales, sin embargo, no hubo quien la empuje por el segundo palo tras el centro.
Mucha patada, mucha fricción. Antes del mediotiempo, el referí argentino Néstor Pitana mostró cuatro tarjetas amarillas, tres para Emelec y una para Juventud. John Narváez y Gabriel Achilier, como suele ser costumbre, jugaron al filo del reglamento.
El complemento tuvo todo el vértigo para Emelec. El equipo de De Felippe sintió el rigor de no tener un 9 efectivo de área y terminó lanzando centros intrascendentes al área uruguaya. Charcopa, Herrera y Rolón ingresaron al cambio, el Bombillo ganó en velocidad, pero los charrúas se dedicaron a molestar la salida y anticipar las diagonales eléctricas.
Al minuto 59, Matías Alonso vio la roja tras una falta desproporcionada por la banda izquierda y Emelec tuvo la ventaja numérica para salir con algo más de espacio. Lo que vendría a partir de ahí fue un concierto de errores de Luis Miguel Escalada. El delantero eléctrico se perdió dos mano a mano y un cabezazo claro frente a un Carini que se agigantó en el arco visitante.
De tanto intentar y errar, Robert Burbano se fue lesionado al minuto 77 y complicó a De Felippe que ya había sustituido a Narváez y se quedó sin un diestro de oficio en la cancha.
El desenlace fue emotivo. Emelec tirado con hasta nueve jugadores en ataque. Solo Guagua y Achilier se quedaron junto a Dreer en el fondo, mientras que el resto se iba con todo al área charrúa. El hombre de más no lo supo aprovechar el equipo de De Felippe, que al final se aplastó y cometió errores imperdonables.
Emelec cedió un empate sin gracia ante un equipo limitado que defendió bien. Faltó tranquilidad y definición. Al bicampeón ecuatoriano le faltó un delantero efectivo, un definidor. En quince días, la revancha será al todo o nada en Uruguay. (D).
