12 mar (EFE).- El Chelsea cerró su semana negra, en la que fue eliminado de la Liga de Campeones por el PSG, con una nueva derrota en la Copa, a manos de un exjugador suyo, el delantero belga Romelu Lukaku, que firmó un doblete para clasificar al Everton del español Roberto Martínez a semifinales.
La desesperación provocó una nueva expulsión en un incidente de Diego Costa. El delantero del Chelsea recibió una dura entrada, de la que se levantó rápido para buscar a Barry, chocar cabeza con cabeza y hasta amenazar con un mordisco en la yugular que acabó sin apretar los dientes y con un beso. El árbitro le mostró la segunda amarilla como más tarde ocurrió con Barry.
Luego, el delantero brasileño-español también terminó escupiendo al árbitro del encuentro. (D).
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