Barcelona y la Católica de Quito empataron 1-1 en el Estadio Atahualpa, en Quito. Gran partido. Barcelona tuvo que desplegar un juego eficiente y demostrar que tiene más argumentos que la ‘Kitu-Dependencia’ para sobresalir. Católica tuvo un esquema veloz, Célico propuso vértigo en las bandas y mucho traslado para contrarrestar las arremetidas visitantes.
Ante un Atahualpa casi colmado por gente de Barcelona, el trámite resulto interesante y repleto de emociones. Almada mandó a Esterilla y Caicedo a priorizar la retención de la pelota y la rotación de cara al gol. Díaz y Álvez resultaron actores marginales, distractores.
Los tantos llegaron en la segunda mitad. Tras una pared fantástica entre Caicedo y Pineida, este último remató sin ángulo ante la estirada de Galíndez para poner el 0 a 1 a favor de la visita. Explosión de júbilo y color en la grada del Olímpico. Sin embargo, Católica no se rindió y metió en el juego nuevamente, se sacudió el golpe y fue para adelante.
Tras un centro batido por Escalada, la pelota apareció en el corazón del área de Barcelona y Sergio Mina clavó un frentazo inatajable para el 1 a 1 definitivo. Célico festejó con todo junto a sus jugadores, se salvó un punto peso pesado, una cosecha que podría resultar clave en el corto plazo.