Barcelona, 6 feb (EFE).- Se vivió un clásico copero (1-1) con aroma brasileño en Camp Nou, donde Vinicius mostró la personalidad de un veterano, si bien fue su compatriota Malcom, un actor secundario en el Barcelona de Valverde, el que se estrenó como goleador en su primer partido contra el Real Madrid.
Dos estrenos en un clásico. Vinicius y Malcom. La sensación ofensiva del Real Madrid de Solari contra un actor secundario del equipo azulgrana. Dos jóvenes talentos que, con el permiso de Benzema y Messi, animaron sus respectivas bandas.
Vinicius, en la izquierda. Malcom, en la derecha. A sus 18 años, el delantero del Real Madrid midió su buen momento de forma con el sobrio Semedo y el experimentado Piqué. Cumplió con creces el ’28’ del Real Madrid.
Se ganó la titularidad el brasileño. Desde que entró de titular el 6 de enero frente a la Real Sociedad se ha convertido en una pieza clave en los planes de Solari. La confianza del argentino ha dado sus frutos: tres goles y siete asistencias en este último lapso.
No marcó en los primeros 45 minutos, pero insistió, quizá con demasiada precipitación, cuando más blando estaba el Barcelona. En su primera intervención, Semedo le ganó la partida; en la segunda centró a Benzema, que se inventó una jugada de mago que acabó con el primer gol del encuentro, obra de Lucas Vázquez.
Su atrevimiento, sin embargo, le pasó factura especialmente cuando los centrocampistas del Barcelona más balones perdían en la zona de construcción. En hasta dos ocasiones gozó de superioridades pero no tomó la mejor decisión. Las más clara de ellas un tres contra uno que optó por chutar a las piernas de Pique cuando Benzema y Kross estaban libres de marca.
Un inicio que contrastó con el de Malcom, que, sin Messi de partida, fue la sorpresa relativa del técnico azulgrana. Hasta la fecha había jugado 454 minutos repartidos en 14 partidos. Sus cifras más discretas: dos goles.
Con el ’10’ en el banquillo, Valverde repitió la misma fórmula que en los partidos de ida de las eliminatorias coperas de la presente temporada. En todos ellos Malcom fue titular, este miércoles también.
Los diez primeros minutos de Malcom en un clásico fueron más que discretos. Intervino en dos ocasiones. Todas ellas acabaron en falta favorable al Real Madrid.
El punto de inflexión del exjugador del Girondins de Burdeos llegó en otro error en un mano a mano con Keylor Navas que el juez de línea invalidó por un fuera de juego milimétrico.
Malcom se rebeló y, consciente de que en la banda defendida por Mercelo se encontraba el punto débil del Real Madrid, conectó con Semedo para desatascar las dudas de sus compañeros en la creación.
En uno de sus centros, Rakitic remató con la testa al travesaño. Poco después se desquitó de su inicio con una jugada habilidosa que Suárez culminó con un disparo que Keylor desvió.
Tras el descanso, se confirmó la dinámica ascendente del azulgrana. Con el Real Madrid replegado, Vinicius tocó menos balones y Malcom fue el protagonista.
El azulgrana empató aprovechándose de un disparo de Suárez escupido por un poste. Se acomodó el balón con la zurda y batió a Navas, descolocado por la jugada anterior, con un remate a media altura ajustado al palo izquierdo.
Celebraba el Camp Nou el tanto de Malcom mientras por la banda Messi esperaba su momento. Poco después (min.62), Vinicius dejaba el césped sustituido por Bale. Malcom, fundido, se despediría de su primer clásico en el minuto 75. En su lugar entró otro debutante: Aleñá.
El clásico carioca terminó con una conversación en la banda entre Vinicius y Malcom. Entre risas compartieron sus impresiones mientras en la megafonía sonaban las notas del himno de Barcelona. Una noche que jamás olvidarán. EFE (D)ç